XXII. Compromiso

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- Hola. – saludó Xingchen a la persona de la entrada

- Xiao Xingchen, hola, que gusto verte por acá ¿buscas al detective Song? – preguntó él

- Si, solo vine a traerle algo, ¿puedo dejarlo contigo? – Xingchen deseaba ver a su novio, pero tampoco quería ser un entrometido en su trabajo

- No, no, no, pasa, ya sabes dónde. – indicó el chico

- Pero... - Xingchen estaba apenado

- Xingchen, buenas tardes. – la capitán estaba allí mismo. – ¿Vienes a ver a Song?

- No, no, no es así, olvidó algo en casa y yo... - Xingchen solo no quería causar problemas

- Cariño, ¿por qué no me llamaste para avisar que ya habías llegado? – Song Lan también se unió, Xingchen no tenía lugar donde esconderse, y solo pudo suspirar derrotado

- Salga Song, creo que estamos atormentando a su novio, no tarde demasiado ¿entendido? – indicó Wong

- Por supuesto capitán. – Song tomó la mano de su novio y lo sacó de allí. – Perdón, debiste estar avergonzado por la situación, ¿te quité mucho tiempo?

- Ow no, justo hoy no tenía clases y traje a Wei Ying a recoger unas cosas, además si es por ti, no me cuesta nada. – Xingchen robó un beso fugaz de Song Lan. – Te ves tan guapo hoy

- Xingchen... - Song Lan enrojeció por las acciones de su novio, al ver de reojo algunos compañeros que ya sonreían por haber visto aquella escena, sería una tarde larga.

- Lo siento. – rió Xiao Xingchen dulcemente, eso le encantaba de Song Lan

- No importa, ahora... aprovechando que estás aquí. – Song Lan carraspeó la voz. – Estaba pensando... que ha pasado un tiempo desde que tuvimos una... cita. – los ojos de Xiao se iluminaron. – así que... estaba pensando si...

- Si quiero. – respondió con entusiasmo el otro

- Bien. – sonrió Song Lan. – esta noche, alístate e iremos juntos a un lugar lindo, más o menos igual a ti. – Song Lan besó la nariz de su novio. – Tengo que irme

- Ah. – Xingchen tomó la camisa de Song deteniéndolo. - ¿Puedo llevarme conmigo un beso?

- Mmmm no lo sé. – Song Lan se arrodilló. – Pero te lo ganaste

Song Lan juntó sus labios y compartió la dulzura de un beso con su amado Xingchen. Ambos se despidieron y Xiao volvió con entusiasmo a su hogar, esperando a su cita.

Por la noche Xiao Xingchen se terminaba de perfumar, estaba ansioso, hacía mucho que no tenía la oportunidad de salir de esta forma con su novio, sus trabajos los mantenían bastante ocupados. Unos minutos más tarde, Song Lan entró y halagó su buen aspecto, tomándose un segundo para besar a su pareja, luego caminó con premura a su habitación para bañarse y cambiarse con rapidez.

Ahora solo quedaba esperar, esperar ese largo camino hasta el lugar donde los encantos de Song Lan y la cena que había preparado fueran suficientes para demostrarle a Xiao Xingchen que era el amor de su vida y quería que fuese así el resto de sus vidas

Ahora solo quedaba esperar, esperar ese largo camino hasta el lugar donde los encantos de Song Lan y la cena que había preparado fueran suficientes para demostrarle a Xiao Xingchen que era el amor de su vida y quería que fuese así el resto de sus ...

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Deudas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora