Deudas de Sangre

XIII. Ya No Puedo

¿Qué podría ser más doloroso que un rechazo amoroso? Sin duda es una realidad que todos vivimos en algún momento, y es algo poco placentero. Pero para Wei Ying, esto era mucho más doloroso, haberse hecho esperanzas, que la otra persona correspondiera a sus sentimientos de alguna forma, pero recibir esas dolorosas acciones a su corazón.

No solo era el hecho de que tenían que ocultar su relación de todos, eran también los comentarios hirientes de Lan Zhan, que, aunque sabía que no eran intencionales, no dejaban de ser profundamente dolorosos. Los días felices se habían terminado, ahora la angustia se paseaba por el corazón de Wei Ying que sufría solo y en silencio.

Por otro lado, Lan Zhan había intentado hablar con él, pero Ying solo cambiaba de tema, pero no había mejoría. Cada día que pasaba, Wei Ying se alejaba lentamente de Lan Zhan a tal punto que, en un mensaje, le había pedido irse sin él a la boda que se celebraría el fin de semana siguiente. Ahora Wei Ying iría con sus amigos y no del brazo de Lan Zhan como había deseado.

La vida diaria de Lan Zhan siguió, pero parecía que su mundo estaba pausado, pues la alegría que le daba Wei Ying se estaba esfumando y lo único que dejaba atrás eran arrepentimientos.

- Felicidades hijo. – Lan Zi-Teng estaba orgulloso de su nieto

- No era necesario papá. – decía Lan Qingheng igualmente feliz por su hijo

- ¿No te gustó Lan Zhan? – Lan Qiren notó la ausencia de su sobrino

- No... es decir, sí. – Lan Zhan volvió a aterrizar. – Me gusta, gracias abuelo

Lan Zhan había terminado con el puntaje más alto en su grado en la última prueba de conocimientos, el mejor puntaje superando incluso a Lan Xichen que en su año perdió un par de puntos por no justificar bien una pregunta, sin embargo, Xichen estaba igual de orgulloso de su hermano.

- Ahora podrás ir y venir a donde quieras mi amor. – Lu An intentaba animar a su hijo

- Claro, pero no olvides que lo importante es la escuela. – aclaró Lan Qingheng

- ¿No quieres probarlo? – sugirió Lu An

- Mn, iré a ver a Xichen

- Ese muchacho... - Zi-Teng no estaba muy contento con las acciones de su primer nieto

- Padre, por favor, ya hizo lo que querías. – Qingheng no quería discutir de nuevo

- ¿Y dónde está?

- Bueno... debe estar ocupado. – Qingheng sabía que era su día libre, ahora que había vuelto a vivir en casa debería de estar ahí

- Mi hijo es un adulto en plena juventud, es bueno que salga de casa y se divierta, quizás esta con Nie Mingjue. – madame Lan defendió a su hijo

- Lo que debería estar haciendo es fijar la fecha de su boda, no dejó de vivir con Jin Guangyao solo porque sí, se supone que era para prever una boda próxima. – Lan Zi-Teng no terminaba de entender a Lan Xichen

- Tal vez... - Lan Zhan nunca se metía cuando su abuelo hablaba, pero esta vez no estaba de acuerdo. – no deberíamos presionarlo

La sorpresa de todos fue evidente, Lan Zhan estaba respondiéndole a su abuelo, pero para An no era tanta sorpresa, pues se trataba de su hermano.

- Son asuntos de pareja. – Lan Zhan había tomado el valor y ahora que lo había dicho se iría, necesitaba ver a su hermano sí, pero más que nada necesitaba ver a Wei Ying

- ¿Qué le sucede? – preguntó Lan Zi-Teng

- Es su hermano de quien hablamos. – dijo An orgullosa