XXXIV. Te Extrañé Y Te Extrañaré pt. 2

162 18 18
                                    

- ¿Qué estás diciendo? – Baoshan se levantó

- Que cancelé mi boda con Xue Chéngměi. – Xiao estaba un poco tranquilo, ansioso por la reacción

- ¿A caso enloqueciste? Estamos a menos de dos semanas Xingchen, ¡no puedes ha-!

- Por supuesto que sí, y ya lo hice. – Xingchen se acercó a su madre. – Lamento mucho no poder cumplir con tus expectativas, pero no soy feliz mamá

- Hijo, estás alterado ¿qué te pasó? – Baoshan intentaba entender algo demasiado obvio

- No quiero vivir atado a un hombre que no amo, pero sobre todo alguien que... que es capaz de matar

- Estás diciendo tonterías. – Baoshan tenía en demasiada estima a Xue Chéngměi

- Cuando se trata de una opinión distinta a la tuya, son tonterías. – Xingchen llenó sus ojos de lágrimas. - ¿Cuándo vas a escucharme?

- Solo quiero lo mejor para ti. – se defendió Baoshan Sanren

- ¿Y crees que Chéngměi lo es?

- Xingchen... - Baoshan intentó consolar a su hijo, le dolía el corazón verlo así

- Estoy enamorado mamá, ¿no puedes entenderlo? – Xiao Xingchen esperaba que algo cambiara

- Hijo, lo entiendo. – Baoshan abrazó a su hijo. – Eres muy joven y hablas del amor como el sentido de tu vida, pero no es así.

- ¿Qué? – Xingchen había sobrestimado a su madre. - ¿No puedes estar hablando enserio? – dijo separándose

- Sé que ahora piensas que no puedes vivir sin ese muchacho, pero verás que...

- No, no estás... - Xingchen limpió sus lágrimas. – Sé que puedo vivir sin Song Lan, lo he hecho hasta ahora, la diferencia, es que no quiero

- ¡Estás diciendo disparates! – Baoshan se levantó enojada. – Dijiste que lo harías, y ahora estás retractándote

- ¡Por supuesto que lo estoy! ¡Jamás debí aceptar! – Xingchen sabía que esa conversación no llegaría a nada

- ¿Entonces qué? ¿Quieres que vaya y les diga a todos que se cancela todo? Los medios están metidos en esto, estás en el ojo público. ¿Pretendes acabarlo todo así?

- ¿Y tú pretendes que me case y sea infeliz el resto de mi vida? – Xingchen no dejó que su madre hablara de nuevo, fue a su habitación y cerró la puerta.

Estaba claro que no podía razonar con esa mujer, así que lo mejor era irse, al menos hasta que él y su madre pudieran entenderse otra vez. Con una pequeña mochila, Xingchen metió lo más básico, al salir se encontró de nuevo con su madre.

- ¿Qué haces?

- Yo me ocuparé de mi vida. – Xingchen siguió su camino sin mirar atrás, si lo hacía se arrepentiría. – Sanren

- ¿Qué pasó? – su hermana vio su rostro y detrás su madre

- ¡Xingchen!

- Vámonos, por favor. – dijo Xiao entre lágrimas. – Ve al auto ahora voy

- ¡Xingchen! – siguió gritando Baoshan hasta que Sanren se acercó

- Mamá, mamá, tranquila

- Detenlo, hija. – el temor más grande de Baoshan estaba pasando. – Mi niño...

- Necesitan estar separados, ambos necesitan relajarse, estará conmigo, va a estar bien. – Sanren sabía el carácter de su madre, no podía juzgar, pero tampoco se quedaría sin hacer nada

Deudas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora