XXIX. Caer En Cuenta

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¿Cómo se diferencia la resignación de la aceptación? Porque son cosas diferentes, cuando uno acepta, respeta y entiende lo que le está pasando, eso es aceptar. El saber dónde y cómo estas parado, que te ayuda a aceptar precisamente la realidad. En cambio, la resignación es esa clase de actitud de derrota, esa que tomas frente a una experiencia desagradable, cuando no ves la salida y lo único que te queda es tomar las cosas con un actitud pasiva y de conformidad. Lo que normalmente, lleva a un sufrimiento inmenso, pero oculto debajo de una mirada tranquila o de una sonrisa ilusoria. Sin embargo, a veces algunas personas no lo vemos, o queremos no verlo para así quizás aliviar algo que no queremos admitir, y en este caso, era culpa.

- ¿Cómo dices? – Baoshan Sanren no podía creerlo

- Que... he decidido... – Xingchen bajó sus manos y apretó con fuerza la tela de su pantalón. – intentarlo de nuevo con Xue Chéngměi

- Hijo eso es maravilloso. – Baoshan Sanren mostró su contento.

- Si... nosotros, vamos a iniciar de 0. – para esto Xiao Xingchen había pensado en lo que podía y debía hacer. Considerando la actitud notablemente distinta del Xue, esa fue su única respuesta.

- Me siento verdaderamente feliz de esto, verás que esta vez las cosas serán diferentes. – Baoshan abrazó a su hijo, muy en el fondo, ella sabía que su hijo no estaba confiado en eso

- Gracias. – Xingchen a penas y sonrió.

- ¿Por eso llamaste a Sanren?

- Si, pero... yo se lo diré, déjame contarle yo mismo... a solas. – Xingchen sabía que su hermana aborrecía a Xue Chéngměi, pero no iba a dar marcha atrás

Poco rato después, finalmente la familia restante llegó a la casa. Cangse Sanren, acompañada de su esposo e hijo entraron alegres al lugar donde compartirían una preciosa tarde. Baoshan Sanren tenía el mejor de los humores, y claro que eso no pasó desapercibido por ninguno de los recién llegados.

Pei Lun puso los alimentos en la mesa, y las conversaciones no se hicieron esperar. Desde Wei Ying contándole los premios que había ganado en el reciente concurso de dibujo, hasta su inminente derrota en escultura con su amigo Huaisang.

- No sabía que tocabas la flauta hijo. – se sorprendió Baoshan

- Yo tampoco, una noche llegó con Changze pidiendo e insistiendo que le enseñara todo lo que sabía del instrumento. – explicó Sanren

- Solo es un nuevo pasatiempo. – Wei Ying sonrió

- ¿O es que quieres impresionar a alguien? – insinuó Wei Changze

- Na-nada de eso. – negó el chico.

- Estás muy callado Xingchen. – mencionó su cuñado

- Oh, por cierto, mira lo que encontré en un grupo tío. – Wei Ying se apresuró a buscar en su teléfono. – Te vas a sorprender cuando lo veas, el top servidores públicos más guapos y sexys

- ¿Qué? – a Sanren le causó risa, hasta que logró ver por un lado la publicación.

- El tío policía salió en el numero uno, mira. – en defensa de Wei Ying, él no era consciente de las nuevas novedades.

Xiao Xingchen vio en la pantalla una fotografía de Song Lan en donde vestía unos pantalones gris claro que hacían juego con una camisa negra remangada hasta los codos, en su cinturón negro se alcanzaba a ver su arma y el resto de sus cosas. En la parte superior había una etiqueta que decía

"¿Qué tal este detective que estuvo haciendo preguntas aquí y allá cerca de mi casa?"

Los comentarios estaban llenos de cosas como: "¿Que delito tengo que cometer para que me arreste?", "Póngame las esposas y castígueme", "Póngame contra la pared y léame mis derechos". Xiao Xingchen, por primera vez en mucho tiempo, sonrió genuinamente por una fracción de segundo, y después la remplazó con una mueca de tristeza y se levantó de la mesa, soltando el teléfono de su sobrino. Cangse Sanren no dudó en levantarse detrás de él, Wei Ying estaba confundido, no sabía que había hecho mal. En cambio, Baoshan Sanren apretó los labios, evitando mirar a otro lado que no fuera al frente.

Deudas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora