CAP- 22 Hazlo por ella.

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Academia Appleton, Patio.

Comienzas haciendo movimientos de ataque al azar y luego intentas replicar lo que hiciste con la mandrágora y con la mujer misteriosa, hasta quedar totalmente agotado.

Tu: ¿¡Y que tal?! *Resoplar* ¿Tengo buen madera o que?

Johannes: Mmm...

Frank: Eso fue... Terrible.

Tu: ¿Que? ¡Oh vamos! ¿No pudo ser tan valo, verdad maestro Johannes?

Johannes: Movimientos fuertes, pero sin técnica. Vaya que hay trabajo por hacer.

Tu: ¡No importa! ¡Debo ser capaz de dominar la espada!

Frank: No creo que lo logres en un día.

Johannes: Empieza haciendo esto.

Johannes Agarra una espada comienza a hacer movimientos con precisión como si de una danza se tratará.

Tu: Vale... ¿Así?

Johannes: No, aún falta un poco más de precisión.

Frank se queda observando como por más de una hora haces el entrenamiento excesivo de precisión.

Johannes: Será mejor que descanses luego continuaremos.

Tu: ¡No! Debo... Dominar esto lo antes posible.

Johannes: Vaya, si que te interesa esa chica. Sin embargo tienes que descansar para que tu cuerpo se acostumbre a los movimientos, es parte del entrenamiento.

Frank: Si, además es aburridoooo verte entrenar así.

Johannes: Y será mejor que vayas relajando los músculos para la siguiente sección, eres muy impulsivo y rígido.

Tu: Lo siento, no puedo quedarme calmado sintiendo que no avanzo nada.

Los tres caminan hacia el cobertizo de Johannes donde guarda algunas espadas y dónde descansa.

Johannes: Y dime cómo es la chica que quieres impresionar.

Tu: Ehm... Quisiera concentrarme en el entrenamiento.

Frank: Ja, un caballero que no se puede expresar no merece el poder hablar.

Tu: Una acción vale más que mil palabras, con mis avances dejaré en claro lo importante que es.

Johannes: ¡Ya! No discutan, no entiendo porque se tratan así. (¿Así son los amigos de hoy en día?)

Entran al cobertizo y no puedes dejar de observar todo, las espadas, los premios y las fotografías. De la nada vez que al final de un pasadizo reposa una gran espada brillante que llama tu atención.

Johannes: Tomen asiento, ¿quieren que les sirva un poco de té?

Frank: Ehm... Yo paso.

Tu: Claro, me encanta el té.

Johannes se dedica a hacer té pero no lo observas, sigues mirando embobado la gran espada.

Tu: Maestro Johannes.

Johannes: ¿Si?

Tu: ¿De quien es esa espada?

Frank: Hay no, otra vez esa historia.

Johannes te sirve el té y comienza a relatar.

Johannes: Esa espada le perteneció a un gran caballero de la academia Appleton, es de una época muy remota donde aún teníamos muchos acuerdos con las brujas y de más. La espada se ah pasado de maestro a familiar y aprendiz, fue así como la obtuve.

Tu x Lotte [Lot-Tea]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora