PEQUEÑA REALEZA | Kosair Trovi y tu | EN PROCESO

I

CAP 1| GRAN AYUDA

Narra T/n

Empecé a correr por el frondoso bosque, mis pies descalzos tocaban la fría tierra humedecida por la reciente lluvia. Mi respiración estaba agitada sentía que el aire ya no llegaba a mis pulmones, con cada paso que daba mis piernas flaquean y podía deducir que en cualquier momento mis piernas vencería y me caería pero aún así no podía parar había conseguido porfin escapar de esos marqueses estirados. No se donde están mis padres pero debía buscarlos. Siempre tuve una buena relación con mis padres y ellos seguramente debían estar preocupados por mi ausencia. 

— ¡Deténgase mujerzuela insolente! 

Corrí con el corazón en la boca pero claramente ellos eran más rápidos, iban en caballo. Cuando de repente llegué a una vía de tránsito un joven rubio de ojos verdes me miró abrumado al verme salir del bosque de la nada. El caballo en el que el joven de aspecto impecable montaba se asustó y empezó a hacer movimientos bruscos intentando tirarlo yo caí para atrás al ver que casi me patea. 

«Mierda me han pillado»

Era lo único en lo que podía pensar al escuchar los pasos de los caballos detrás de mí.

— ¡Joven Kosair! — dijeron los hombres que me seguían exaltados — perdone a esta mujerzuela escapó de las tierras de nuestro jefe, sin duda será castigada por sus actos e interrumpir el paseo del futuro duque. 

— Cállate — dijo malhumorado. 

— Kosair al fin lo encuentro — dijo un un hombre acercándose rápidamente en su caballo — d-debería haberme esperado, ¡oh!, ¿qué sucede? 

El joven que llegó me miró extrañado. 

— Le ha pasado algo señorita — el chico recién llegado bajó de su caballo y me extendió la mano. 

— No se acerque la mujer podría tener algo contagioso — habló uno de mis perseguidores. 

Lo miré indignada, me levanté ferozmente. 

«No creo que me hagan daño delante de alguien que parece ser de la alta nobleza, además le dijo Duque será alguien importante»

— Deje de hablar de mi de esa forma, su palabrería me indigna, yo no tengo nada y de tenerlo usted debería tener cuidado con mi presencia. 

— Como osas — mi perseguidor levantó la mano listo para abofetearme me tense lista para recibir la cachetada pero antes de que impactase el joven que estaba al lado mío le sujetó la mano. 

— No debería pegarle a una señorita y menos en mi presencia — los mire con una sonrisa de victoria pero la sonrisa se esfumó cuando el chico se giró hacia mí  — y usted debería cuidar los modales. 

— P-perdón. 

 — ¿Por qué  la perseguían?, ¿ha robado algo? 

— Por supuesto que no — me defendí — ellos me han secuestrado y acabo de conseguir escapar pero ellos me persiguen para poder llevarme de vuelta a donde ese señor y-

— Espera, ¿te secuestraron? — Él joven me miró. Asentí. 

— Como te atreves a mentir zo- — uno de los guardias iba a acercarse a mi, podía notar la furia en sus ojos, sus largas zancadas lo hicieron llegar rápidamente a mi pero justo cuando iba a agarrarme, escuche como una espada era desenvainada.