XV

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CAP 15 | HOLA DE NUEVO

— Me secuestran unos días y ya me buscaron sustituta — dije dramáticamente.

Navier sonrió levemente y negó con la cabeza.

— Labetti es una jovencita encantadora pero no hay quien te iguale.

Iba a contestar con alguna broma pero el comentario de Navier hizo que un leve sonrojo llenase mis mejillas.

— Gracias — eso fue lo único que pude soltar.

Navier sonrió divertida por mi reacción.

— Bueno su majestad, cambiando de tema ha habido alguna novedad que no sea la señorita Labetti.

— Nada muy relevante, lo único que pasó fue cuando desapareciste, hubo un gran revuelo en palacio, todos estaban nervioso y preocupados, íbamos a mandar a los caballeros inspeccionar los caminos y a investigar la zona.

— Ya veo.

— El que más se preocupó fue Kosair, cuando le conté que no habías llegado se puso como loco.

— Me lo imagino.

— No fue fácil mantenerlo a ralla del asunto. Tomó las acciones de su propia mano.

— No habrá hecho nada muy grave, ¿no?

— Farang lo controló como pudo — suspire aliviada ya que sabía que él sería capaz de haber secuestrado a algún noble en busca de información, Kosair era poco manipulable — Por cierto, usted conoce a un tal Timothee Reynolds Sawyer.

— ¿Qué?

— ¿Ha escuchado alguna vez ese nombre?

— No su majestad, ¿por qué?

Un curandero entró a la sala haciendo que Navier y yo dejáramos el tema apartado mientras el hombre inspeccionaba el pie.

— ¿Se puede saber cómo se hizo la rotura? Está destrozado.

— ¡¿Me he roto el pie?!

— Así es, ¿cómo se lo hizo?

— Bueno, tenía un esguince y luego un hombre pesado aplastó mi pierna.

— Se te olvida comentar que te tiraste por la ventana de un carruaje en marcha.

— ¡¿Por la ventana?!

— ¿Por qué todo el mundo reacciona así? Tampoco es para tanto.

El médico negó estresado y frotándose la sien.

— Tomará reposo como mínimo 7 semanas, te lo envoleré y tendrás que tener el pie en alto. No puedes mojar el pie y no debes hacer ningún tipo de actividad física — el hombre me mira de reojo — ¿Lo ha entendido bien?

— Si.

— Su majestad, estaría bien que llamase a un mago para que le diera algún hechizo de sanación.

Después de decir eso el hombre se fue acompañado de la mujer guardia.

— Bueno, volviendo al tema, entonces no lo conoces.

— En lo absoluto nunca había escuchado ese nombre, ¿por que?

— Mientras Kosair estaba en tu busca descubrimos que ese hombre había robado la diadema que te regale.

«El hombre del callejón...»

— ¿Lo habéis conseguido capturar?

— No, pero viendo su historial no es la primera vez que ha robado algo.

PEQUEÑA REALEZA | Kosair Trovi y tu | EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora