XXIX

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CAP 29 |

Me removió entre las sábanas de la cama el sol estaba pegándome en la cara, Kosair yacía al lado mío con su largo cabello alborotado un poco de sangre seguía en su mejilla trayendo a la mente la noche de ayer.

«Si que estaba loca»

Gire mi cuerpo para darle la espalda a Kosair pero me detuve del dolor. Mi cuerpo estaba lleno de moretones causados por los golpes del hombre de ayer...

«Debería de dejar de buscar la justicia por mi mano... »

Y como guinda del pastel mi cintura me dolía debido a...

«¡Oh, Dios mío, cómo se te ocurre pensar en eso! »

Mis manos se dirigieron a mi rostro, mi vergüenza se expandió por todo mi cuerpo. Y mis piernas se contrajeron al recordar el delicioso acto cometido ayer.

«Mierda, como alguien se entere de esto estoy muerta, me criticaran hasta el final de mis días y... ¡¿Cómo mierda se me ocurre acostarme con un hombre prometido?! »

Ignorando mi profundo dolor me levanté de la cama de un salto y empecé a vestirme con el camisón de ayer debía de buscar la forma en la de salir de la habitación sin ser vista.

— Mierda, espero que Ergi siga dormido... — murmure.

Mi cuerpo se tenso al sentir las manos de alguien jalando mi camisón hacia arriba quitándome lo, mí mirada inmediatamente se posicionó en la cama ahora vacía automáticamente mi boca reproducido un "mierda" haciendo que Kosair sacase una sonrisa.

— ¿Planeabas huir después de haberme hecho hacerte tal pecaminoso acto?

— N-No lo digas así — conseguí balbucear.

Kosair ensanchó aún más su sonrisa y agarró mis manos girándome hacia él para que estuviera de cara.

Se quedó durante unos segundos en silencio mirándome y luego mirándose a él, bajo su vista y se relamió para después fruncir el ceño.

Parecía estar meditando algo justo en ese momento, yo bajé mi vista encontrándome con nuestros cuerpos desnudos, inevitablemente mis ojos se dirigieron a su... bueno, a su... a su anacon- ¡BUENO YA SABÉIS A QUE!

Mis mejillas se enrojecieron de solo mirarlo ahí y levanté mi vista inmediatamente avergonzada.

— Me iré a bañar, ¿está bien? — soltó acariciando mi mejilla — no te vayas aún es temprano, sigue descansando por favor.

Sus palabras me lo suplicaba por lo que simplemente acepte, él sonrió por mi respuesta y se dio la vuelta para dirigirse al baño, mi mirada le dio una rápida recorrida a su cuerpo antes de que el hombre desapareciera por el marcó de la puerta.

Yo salte a la cama con la sonrisa más idiota posible, no pude evitar mover mis piernas de la alegría que tenía y oculte mi rostro contra el colchón para intentar callar un pequeño chillido de fan total.

«¡¿Dios, cómo es posible que sea tan guapo?! Debería de ser ilegal ser así de atractivo»

La imagen de Kosair pasó por mi mente una y otra vez haciendo que su figura se quedase grabada en mi mente y de mis nervios empecé a hacer la croqueta de un lado a otro hasta que caí de la cama con una pequeña risa de felicidad.

«Ojalá bañarme con él ahora... »

«¡Por dios _____, ten un poco de vergüenza, te has acostado con él estando prometido! Por lo menos ten remordimientos »

«Bueno... ya he pecado, por un poco más no pasará nada, si ya estamos jodidos pero de todas formas esta será la última vez que lo haga »

Sin darme cuenta yo ya estaba en el marcó de la puerta mirando a Kosair en la bañera, en ese momento mi valentía bajó al máximo debido al verme a mi misma en el espejo.

PEQUEÑA REALEZA | Kosair Trovi y tu | EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora