PEQUEÑA REALEZA | Kosair Trovi y tu | EN PROCESO

XXXV

CAP 35 | Baile de agujas

Cuando el agua caliente de la bañera acarició mi piel me recordó como mi cuerpo me pedía a gritos descansar, estos días he estado moviéndome más de lo habitual. Entre las prácticas de baile, las clases con Navier y el decorado del salón magno no había podido descansar. Nunca pensé que organizar una fiesta sería tan estresante.

«Y pensar que Navier tiene que hacer esto siempre que el emperador se lo pide... la compadezco su alteza»

«Menos mal que hoy es el baile, después de esto creo que dormiré por una semana»

Estos días que he estado tan ocupada ni siquiera he podido hablar con mis amigas. Lo único que supe de ellas fue que Margaret aprovechó que estaba ocupada para ir a ver a una amiga de otro imperio próspero, Feme estuvo intercambiando cartas con un hombre de grandes vienes, el idiota de Tímothee... bueno sigue siendo igual de idiota, Kosair me siguió escribiendo pero yo le seguí sin contestar y Farang igual que su amigo.

De repente tocaron la puerta de mi habitación, grité un "Pasé" mientras me ponía el albornoz y salía del baño individual que tenía en mi habitación. Vi como entraban la costurera con sus trabajadoras — las cuales llevaban el vestido que me pondría — detrás de ellas estaban las criadas las cuales se mantuvieron en silencio esperando a que la costurera hablará.

— Señorita T/a, aquí está su vestido, se quedará una de mis chicas para supervisar que esté todo en orden — dijo antes de despedirse con una leve inclinación y salir de la habitación dejando a una joven morena como afirmó.

Después de que se cerró la puerta las mujeres se acercaron a mí y me ayudaron a vestir, peinar y maquillar.

Todo iba perfecto cuando estábamos por terminar escuché la puerta abrirse, instintivamente giré mi cabeza haciendo que la chica que me estaba pintando los labios soltara un suspiro.

Laura sonrió al verme vestida, se acercó a mí y cogió un pañuelo que había en la mesa.

— Te has manchado — dijo limpiando de bajado de mi labio.

— Te ves muy bien — solté ella sonrió aún más.

— Tu amigo te está buscando.

Me gire nuevamente hacia las chicas que me alistaban

— ¿Él ya está listo?

— Si, iba muy guapo.

Mi mirada acribilló con sospecha a Laura a través del espejo del tocador.

— ¿Damián te gusta?

— ¡¿Qué?! — soltó sorprendida — Por supuesto que no.

— ¿Segura?

— Por supuesto, el conde Roig es muy atractivo pero no es mi tipo. Además se ve de sobra que tiene los ojos puestos en usted.

Yo desvíe la mirada incómoda.

— También ha venido Margaret — mencionó — está con su majestad. Navier parece haberse llevado bien con ella.

— Me alegra, ¿y Feme?

— Aún no ha llegado pero supongo que-

La puerta se abrió de repente mostrándonos a Margaret completamente arreglada, la chica sonrió.

La personas que me estaba alistando se quedaron mirando a Margaret con la boca abierta y no las culpaba, la mujer era increíblemente hermosa de por sí pero hoy que estaba arreglada estaba radiante.

— Te ves genial — solté sonriéndole.

— Lo sé cariño — dijo sonriendo.

— Perdón por robarte el aire Margaret — soltó Laura.