XXX

1.7K 138 37
                                    

Cap 30

Seque el sudor de mi frente con el antebrazo, había estado toda la mañana practicando danza con Eliza, era bastante estricta pero sentí que había dado un pasito mas, aun tenia la misma gracia que un pato mareado pero había conseguido mantener durante unos segundos el ritmo, aunque la verdad ese pequeño paso no había sido por merito propio, de hecho había sido todo gracias a una porción del mago de palacio, sin duda me ha servido para dar un pequeño progreso, la próxima vez debería de tomarse toda una botella para progresar más rápido, después de todo los preparativos ya estaban listo y Navier recogió mis invitaciones para Margaret y Feme lo que me indica de que ya han sido enviadas las cartas para todos los invitados.

La puerta del gran salón de baile se abrió mostrando a Laura la cual corrió hacia nosotras,

— Laura, las señoritas no corren — dijo Eliza cruzando los brazos sobre su pecho.

— Perdón pero la modista la espera en la sala secundaria — dijo exhausta mientras intentaba regular su respiración.

— Bueno, voy ahora mismo, ______ seguiremos con los ensayos mañana — yo hice una leve reverencia en forma de despedida antes de ver a la vizcondesa desaparecer por la puerta.

— Perdón por chafarte las prácticas de danza.

— Bueno, no es como si hubiera avanzado mucho — dije.

— Dios, nunca había conocido a alguien que fuese tan mala bailando, siempre pensé que todas las mujeres habíamos nacido con ese don.

— Emmm, gracias por recordarme lo pésima que soy con esto.

— Perdón — dijo soltando una risa nerviosa.

Un pequeño silencio se sitúa entre nosotras, mire a Laura mientras intentaba sacar algún tema de conversación, ella parecía querer decirme algo pero no lo lograba, cada vez nuestro tiempo en silencio era más largo hasta que ella decidió hablar.

— Oye...¿cómo te fue en la cita con Kosair? — sentí que casi me atragantaba con la pregunta que había soltado la chica.

Inmediatamente  mis mejillas se calentaban mientras que Laura me miraba con una pequeña sonrisa divertida.

— Vaya te has puesto roja, con que si a ocurrido algo.

— ¡N-No! — ni yo misma me creí mi propia mentira.

— Anda cuenta, cuenta.

— No ocurrió nada solo cenamos y ya — Laura me miró con los ojos entrecerrados, sospechando.

— ¿Y no ocurrió nada importante durante la noche?

— No — solté sería, ella suspiro con decepción antes de irse deprimida sin siquiera despedirse, aunque algo me decía que no se había creído mis palabras.

Horas después de eso me encontraba llegando al pueblo de oriente, los guardias me perseguían a todo el lugar el cual pisaba y eso empezaba a estresarme. Minutos después de mi llegada me encontré con Margaret la cual iba acompañada de Feme. Paseamos por un buen rato antes de sentarnos en el parque de las flores, justo delante del lago. Ya había estado en este parque meses atrás junto a Navier, Farang y Kosair, y hoy el parque me transmitía la misma agradable atmósfera que la primera vez.

No pude evitar soltar una carcajada cuando leí que habían puesto un cartel en medio del jardín avisando que no nos acercáramos a los gansos ya que eran peligrosos y en el mismo cartel aparecía con un color llamativo que no alimentáramos a los animales.

— ¿De qué se ríe está loca? — preguntó Margaret confusa.

— Ni idea.

— No es nada solo me ha venido un recuerdo — dije empezando a dejar de reír poco a poco.

PEQUEÑA REALEZA | Kosair Trovi y tu | EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora