PEQUEÑA REALEZA | Kosair Trovi y tu | EN PROCESO

VII

CAP 7 | CONOCIENDO NUEVAS CARAS

Desperté con pequeños golpes en el cristal de las ventanas de mis aposentos, abriendo los ojos lentamente adormilada recibiendo la brillante luz del sol del Imperio de Occidente.

Miré hacia donde provenía el sonido una paloma posada en mi ventana golpeaba la ventana.

Me levanté confusa y me acerqué a la paloma, la cual  llevaba una nota en una de sus patas, le retiré el mensaje y lo leí.

"Me alegra que hayas aceptado ser mi acompañante, Farang te estará llevando unos vestidos para que te los pruebes y elijas con cuál ir, por cierto el baile será el martes y empezará sobre las 10 pm y para no llegar tan puntuales te irán a recoger a esa hora.
Firmado: Kosair Trovi "

Conteste en el mismo papel con un corto mensaje reafirmando que iría y después de soltar a él ave de nuevo para que entregase mi pequeña nota me vestí lista para terminar mi redacción mandada por Navier, el tiempo pasó y cuando me di cuenta ya había pasado el desayuno y era la hora de comer.

Estaba sacando tres libros del estante cuando de repente escuche la puerta de la biblioteca abrirse.

Miré a los alrededores sujetándome de la escalera y buscando quién era.

— Hola bella dama.

Una voz a mi lado me sobresaltó, mire de donde provenía encontrándome al joven de ayer.

— Duque — pronuncié terminando de bajar de la escalera, hice una suave reverencia — ¿Qué lo trae por aquí?

— Bueno, quería ver si todavía estaba el ratoncito de biblioteca de ayer — me dijo con una sonrisa burlona yo fruncí el ceño y rodé los ojos hacia el costado.

— ¿Eso es todo? — soné algo arisca por lo que intente cambiar mi expresión del rostro a uno algo más alegre.

— No, de hecho quería que me recomendará un libro.

— ¿Qué tipo de libro?

Una sonrisa con picardía salió de sus labios.

— Alguno pecaminoso.

— ¿Pecaminoso? — fruncí el ceño confusa.

No estará hablando…

— Si, algo con carne y jugó.

Sentí como mis mejillas empezaron a ponerse rojas.

— Lo siento, no creo poder ayudarle.

Salí rápidamente con los libros en mano y agarrando mi redacción nerviosamente.

— ¿A dónde va?

— En busca de la emperatriz tengo que entregarle esto — señalé mi redacción aún no acabada.

— La acompañó.

— No — y sin más preámbulo salí de la biblioteca rápidamente chocando con alguien.

Mis libros se cayeron y toque mi pecho masajeando ya que me había clavado la punta de tapa dura de uno de los libros.

— ____ — la voz aguda de Rastha llamó mi atención mientras recogía los libros que se me habían caído.

— Lady Rashta — hice una reverencia, el duque apareció detrás de mí.

Rashta miró extrañada a Ergi y después a mi.

— ¿Se conocen?

— Nos conocimos antes de ayer — comentó Ergi.

Rashta me miró y asintió, parecía querer decir algo.