XII

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CAP 12|¿AMIGOS?

No espere a que la señora Rossi continuase con su charla ya que camine como pude a mi casa la más rápido posible deje al caballo atrás no podía ni creer lo que me acababa de contar. Al llegar a mi casa abrí la puerta rápidamente exaltada.

— ¡MAMA! ¡PAPÁ! — grité llamándolos preocupada.

Lo que me había dicho la señora Rossi no podía ser cierto, me tenía que haber mentido, me negaba a creerlo.

Entré apresuradamente a la casa abriendo a mi paso todas las puertas buscándolos y gritando.

— ________ debe calmarse — dijo la señora Rossi acercándose a mi. Yo busqué en los cajones en busca de algo que me de señal de que todo era mentira.

— ¡Mis padres no pueden haber muerto! ¡ USTED ME ESTÁ MINTIENDO!

— No levante la voz, es una señorita no un varón. Y ¿qué le sucede a tu pie?

— Mi pie no importa, dígame que todo es mentira.

La señora me miró con lástima antes de guiarme hacia el jardín de mi casa. Nos aproximamos hacia los jardines de cultivo que tenía mi familia y al cruzarlo llegando al bosque estaban ahí. Dos cadáveres tapados por una sábana sucia.

Me acerqué lentamente rezando que no fueran mis padres.

Retire las sábanas del tirón para verles la cara, solté un jadeo ahogado y segundos después mis lagrima empezaron a caer junto a mis sollozos.

— ¿C-cuando fue?

— Hace dos semanas — contestó en voz baja.

— ¿Quienes fueron?

— No se sabe, nadie vio ni escuchó nada — podía notar algo de incomodidad y nerviosismo en su voz — deberíamos ir-

— ¿Cómo os enterasteis?

— No es adecuado hablar de esto.

— Señora, mis padres han muerto, créame que las reglas de etiqueta me la sudan en este momento — la señora Rossi me miró con desaprobación, negando ligeramente.

— ________ , no sea ordinaria , es totalmente de mal gusto..

Me levante en seco logrando dejarla atrás ella me regaño levemente por haberme ido hasta que el ruido de su voz fue desapareciendo por la lejanía.

Me encerré en mi casa y ahí volvió la oleada de lágrimas y tristeza. Era difícil no pensar en mis padres estando en su casa y no quería salir de ahí para no ver la cara de lástima de mis vecinos.

Además no me llevaba bien con ellos, siempre hubo una barrera entre nosotros. Todos querían que llevase el mismo papel, incluso mis padres y yo simplemente no doy el pego.

Los días siguientes me la pase encerrada sin ver la luz, la única vez que salí fue para ir al medico a ver que le había pasado a mi pie.

La señora Rossi parecía muy insistente en querer hablar conmigo algo que me empezaba sacar de quicio ya que nunca nos habíamos llevado bien y ahora parecía apreciarme

La señora Rossi y yo nunca nos llevamos bien, ni siquiera se porque era tan pesada. Pero tengo que decir que le agradezco que me haya estado trayendo comida ya que no era muy buena con la comida y no estaba de muchos ánimos.

Durante todos estos días he tenido el tiempo que necesitaba para mi, pensando en las cosas que habían pasado en las últimas semanas. Todo había sido tan surrealista, como una aventura de algún libro de caballería.

PEQUEÑA REALEZA | Kosair Trovi y tu | EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora