XI

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CAP 11| THE RETURN

— ¡Pare el carruaje! — grite.

Era obvio que el conductor no iba a parar la carroza pero no sabia porque gritaba sabiendo eso.

«Rompe la puerta»

El pensamiento pasó rápidamente por mi mente la cual mi subconsciente me gritó “HAZLO” no pensé mucho la idea ya que no tenía muchas salidas. Me tire en el suelo apoyando de la pared del carro y flexione las piernas para después estirarlas lo más fuerte posible hacia la puerta. El vestido me molestaba, no me dejaba mucha visión por su voluminosidad por lo que opté por quitarmelo. Cuando ya estuve en enaguas volví a colocarme en la misma posición lista para seguir con mis intentos de tumbar la puerta, minutos después me empecé a cansar, maldije el no tener una buena fuerza física.

«Nota mental, cuando salga de esta debo ejercitarme al menos un poco todas las mañanas» 

Paré durante unos segundos para recuperar las fuerzas y el aliento y cuando finalmente estaba lista recordé que había una preciosa ventana de cristal a mis espaldas.

— Sere idiota — maldije internamente.

Agarré la tela de la falda de mi vestido y me lo enrollé en el codo para protegerlo mínimamente. Luego empecé a pegarle golpes al cristal con todas mis fuerzas. Cuando logré hacerle una grieta sentí la adrenalina subiendo por mi cuerpo. Golpee tan fuerte que lo rompí de una haciendo que la pequeña grieta que había creado al principio expandiera por todo el cristal solo me vasto con con darle un pequeño toque no muy fuerte para  que el cristal se cayera a pedazos a la carretera…

«Ok genial y ahora qué?» 

No podía hacer mucho a no ser que fuera saltar por la ventana o colgarse del techo como en algún cliché de esos libros de caballería.

Saltar sería un golpe doloroso y lo máximo sería romper alguna extremidad mientras que colgando del techo aguantaría lo mínimo gracias a mi poca fuerza física. Y si llegase a caerme cerca de las ruedas podría llegar a atropellarme, algo que sin duda es más doloroso. Aunque si llego a tirarme y caigo de cabeza podría  morir o quedar parapléjica por fracturarse el cuello lo cual tampoco era algo bueno…

Para ser sincera no me tome mucho tiempo pensar en que tomaría la opción de la ventana. Di un suspiro sintiendo como la adrenalina subía por mis venas y salte sin pensarlo dos veces, yo emití un quejido adolorida cuando caí sobre mi pie y me levanté como pude a mis espaldas escuché relincho del caballo y la carroza frenando. Yo corrí con el dolor del pie hasta el bosque  de al lado de la carretera. No paré de moverme lo  más rápido que pude hasta llegar lo más alejado posible, lágrimas caían de mis ojos con cada paso que daba. No emití ningún sonido durante todo el transcurso de la huida ya que intentaba perder al individuo que me había secuestrado. Me apoye a las espaldas de un árbol que estaba cerca y descanse ahí durante unos segundos intentando recuperar el aliento.

Escuché como los pasos del secuestrador se acercaban, contuve el aliento nerviosa. El sonido de sus pies deteniéndose cerca hizo que mi corazón se acelerara por el nerviosismo de ser atrapada.

— ¡Mierda! ¡Donde cojones se ha metido esa zorra! No se puede haber ido muy lejos.

Sus pasos volvieron a acelerar hasta que lo vi pasar rápidamente de reojo. Rápidamente rote hacia el lado opuesto del árbol para que desde su perspectiva no me pueda ver. 

— Conque aquí estas bonita.

Mi cuerpo se sobresaltó y me dispuse a volver a salir corriendo pero no llegué a moverme mucho del sitio ya que el hombre me agarró del brazo jalando de mi. Yo tironee con él intentando soltarme. Golpee su pierna con mi pierna fracturada haciendo que este soltara un quejido, empecé a intentar correr pero él bruscamente me empujo haciéndome perder el equilibrio y caer.

PEQUEÑA REALEZA | Kosair Trovi y tu | EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora