Marcado En Las Sombras

Capítulo 13: Soñar es un sueño

💙¡Hoy es día de doble actualización!💙
Debes haber leído el "Capítulo 12: Las Criaturas" antes de este, o te harás un enorme spoiler🤭

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Capítulo 13
Soñar es un sueño

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Daniel's POV

Hay alguien frente a mí.

—¡Oye!—es mi voz, espectral y sin una sola entonacion, como una batalla de voces, tratando de formar una sola, uniendose—. ¡Oye, espera!

Estoy corriendo... ¿Corriendo? ¿Por qué estoy corriendo?

No me interesa, mis pies se mueven solos sobre el pasto. ¿O es cesped? ¿Donde estoy? Me siento pequeño, tengo pantalones cortos y mis brazos son cortos.

Llego hasta un pequeño puente, cruzando una especie de lago en el que puedo ver mi reflejo.

¿Qué? Soy yo de unos 10 años. Soy yo de pequeño.

Sigo corriendo, sin detenerme. Vuelvo la vista al frente para averiguar a donde me dirijo. Solo veo arboles, tampoco puedo pensar en algun sitio al que quiera ir, pero en su lugar logro vislumbrar la silueta de alguien corriendo a la distancia.

Esta de espaldas, corriendo rapidamente, un chico como de 10 años también. ¿Quién es?

—¡Oye, esperame, vuelve!

Un momento, yo... lo estoy persiguiendo a él. Y yo se quien es, estoy seguro de que sé quien es y que...

Quiero alcanzarlo.

—¡Espera!—grito, corriendo mas rápido, sintiendo la necesidad de alcanzarlo—. ¡Ve más despacio!

¿Cuál era su nombre? No puedo decirlo ni pensarlo, pero mi pecho duele demasiado, no solo porque estoy corriendo sino porque estoy haciendo el esfuerzo por decir su nombre. Pero no puedo, yo sé cuál es su nombre, sé su nombre.

¿Pero cuál es? ¿Por qué no lo recuerdo? Es como si estuviera ahí escrito, pero no puedo verlo.

¡Tengo que alcanzarlo!

—¡Espera...!—sigo gritando—. ¡Ven aquí...!

Estoy casi cerca, quiero acercarme más. Tan cerca como para extender mi mano y poder tocarlo...

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Mis ojos se abren de golpe, mas no hago ningun movimiento brusco, tampoco siento la respiración o el corazín agitados, pero mi mente da vueltas en las imagenes que acabo de ver.

—¿Qué fue eso?—murmuro, confundido.

Miro hacia mi ventana, la cual esta vez como siempre, abrí durante la noche.

—Ya amaneció—digo, frunciendo el ceño—. Un momento entonces yo dormí... Pero no tuve pesadillas, aunque vi eso... ¿Qué era eso?

—¡Buenos días!

Me vuelvo hacia la puerta, mirando a Erica recargada de brazos cruzados, analizandome de pies a cabeza.

—Según tu horario mundano, tu primera clase empieza a las 8, así que decidi levantarte temprano—me dice.

—Oh, gracias, ¿Qué hora es entonces?

—Las siete, cincuenta y nueve.

Arrojo las sabanas soltando un grito y me levanto de golpe.