Después de ser atormentado por horribles pesadillas durante toda tu vida, no podría ocurrir nada más que arruinara tu existencia. O al menos eso era lo que Daniel creía. Y es que eso es lo que pensaría cualquier estudiante de Mellow University.
Pero...
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Daniel's POV
No es como que existiera un manual de instrucciones.
—¡Noo! ¡Aléjate!
Tampoco había nadie que estuviera allí para decirme qué hacer.
—¡¿Por qué haces esto? ¿Qué es lo que quieres?!
Son demasiado escasos los sueños en los que suele haber alguna pista o alguna voz que me diga las reglas, aunque, por una parte, es mejor cuando no se me dice qué es lo que tengo que hacer, pues aquellos sueños en los que se me dictan instrucciones suelen ser los peores, como "Encuéntrate" o "¿Qué va a ordenar?".
Pero eso no significaba que pudiera estar tranquilo aquella vez.
—¡YA BASTAA!
Y ya que no sabía que hacer... Lo único que hice desde siempre, lo único que se me ocurrió...
Fue correr.
—¡Deja de seguirme!
Desde que tengo memoria, siempre he huido de algo que me persigue. No podía defenderme de ellos, no contra su fuerza brutal, no cuando prácticamente todas sus extremidades eran armas. Así que correr siempre ha sido mi única opción.
Pero no podía quedarme con esa idea, tenía que hallar la forma de sobrevivir, a mi manera, a cada una de mis pesadillas, es por eso que fui aprendiendo de ellas, a dominarlas, a descubrir la manera de superar cada una. Aunque no siempre tuviera éxito, al menos sabía que había la manera de salir en las de tipo "Juego", y cuando se trataba de una "Sin Escape"... Bueno sólo me quedaba rezar.
Pero siempre tuve en mente que, si se trataba de una pesadilla "Juego", significaba una cosa...
—Puedo salir—me decía a mí mismo, entre respiraciones entre cortadas—. Puedo despertar.
Mantuve en mi mente ese pensamiento durante años, sobre todo cuando aparecía un nuevo monstruo. Recuerdo haberle dicho a Mason que tenía una lista de todos ellos, incluso una en la que anotaba a los más peligrosos... Y entre ellos, se encontraba un monstruo, cuyas reglas eran claras, pero sobrevivir a su pesadilla resultaba mucho más complicado.
Y es que, a diferencia de otros monstruos, este solo quería... "Jugar".
Flashback (Daniel Gregory, 14 años)
El estrépito de las pisadas se detuvo de golpe, y no pude evitar hacerlo también, aunque sabía que era una pésima idea. Era la primera vez que me enfrentaba a este monstruo, así que no sabía cómo se comportaba, no sabía lo que quería ni lo que podía hacerme, solo una cosa era segura: Quería atraparme.
El sonido del gorgoteo y las espinas de su rostro sacudiéndose me provocaron una corriente de escalofríos en toda la espalda. Tragué saliva con dificultad, y como si mi cuerpo se moviera por sí solo, me giré hacia él.
