Después de ser atormentado por horribles pesadillas durante toda tu vida, no podría ocurrir nada más que arruinara tu existencia. O al menos eso era lo que Daniel creía. Y es que eso es lo que pensaría cualquier estudiante de Mellow University.
Pero...
Debes leer el "Capítulo 47: No puedo hacerlo sin él", antes de leer este ¡O te harás un gran spoiler!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Daniel's POV
Esa vez, tampoco desperté gritando.
Mi respiración estaba agitada, y me costaba enfocar las cosas a mi alrededor, además de que podía escuchar los desenfrenados latidos de mi corazón con todo silencio rodeándome.
Era la sexta noche ya, no era que las pesadillas no fuesen aterradoras, de hecho, parecía que habían empeorado, y encima no había logrado ganar en ninguna de tipo "Juego", por lo que siempre despertaba gracias a la voz de mi hermano.
—¿Daniel? ¿Ya despertaste?
Siento los parpados pesados, y no puedo moverme todavía, siento todo el cuerpo entumecido.
—¿Qué pasa? —mi voz se oye ronca y algo rota por el esfuerzo que hago para levantarme.
—Es hora de desayunar—me dice, preocupado.
—Oh, ammm—trago saliva con dificultad—. Sigo algo lleno por la cena de anoche, comeré más tarde.
—Daniel, anoche tampoco cenaste.
—¿Ah no? —ladeo la cabeza—. Lo siento, es que no...
—No tienes hambre, lo has estado diciendo en toda la semana—entra a mi habitación—. Daniel, tienes que comer algo, estoy demasiado preocupado.
Era muy evidente que decía la verdad, se nota en todo su rostro.
—No tocas la comida, no sales de tu habitación más que para ir al baño y eso solo a veces...
Lo esquivo con la mirada.
—Perdón.
Sabía que mis disculpas eran en vano, pero Dios sabe que las decía con toda mi sinceridad.
No puedo fingir que no sé a lo que Tobías se refiere, pues además de que me lo ha estado repitiendo sin falta estos días, lo he estado viviendo como una rutina.
Y es que simplemente no tengo ánimos de nada en lo absoluto.
No me da hambre, no le veo motivos a salir de casa así que me quedo en mi habitación, me he sentido demasiado cansado como para levantarme de la cama y no he vuelto a dibujar desde un día antes de ir al campamento. Tobías me ha dicho que Carrie ha venido a verme todos los días, pero no tengo ánimos de ver a nadie.
Sé que Tobías sabe bien por qué estoy así, y no voy a negarlo cuando lo diga en voz alta.
