Capítulo 44: La promesa que importa

133 7 10
                                    

"Tu llanto silencioso que sólo yo puedo escuchar,
Tu llanto silencioso que has ocultado todo este tiempo.
Ahora puedes mostrar las lágrimas que escondiste silenciosamente,
A mí."

Silent Cry
Stray Kids

—Silent CryStray Kids

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Daniel's POV

Todo a mi alrededor se está...moviendo. El suelo y la hierba se balancean de un lado a otro. Había dejado caer mi celular, y la pantalla, ahora con un poco de tierra encima, se ve sumamente borrosa.

—No, mierda...—murmuro para mis adentros, retrocediendo—. No...

Comienzo a escuchar un sonido agudo, se va haciendo cada vez más alto, como si se acercara, tengo que tapar mis oídos, me duele la cien, y no dejo de retroceder torpemente hasta que caigo al suelo de rodillas. Mis manos sienten la tierra mojada y es lo único que puedo hacer para mantenerme cuerdo mientras trato de luchar con el repentino dolor de cabeza y el mareo. En ese mismo momento vuelvo a mirar la pantalla de mi celular, la fecha es la misma.

El 11 de febrero de hace dos años, y son las doce con treinta y cuatro minutos.

Hoy fue el día en que mis padres murieron, el día en que aquello de lo que no tengo conocimiento, sucedió. Aquello que olvidé y que Mason no puede contarme.

Me estiro para tomar mi celular, y para este momento siento como está comenzando a pasarse mi extraño malestar. Aprieto el teléfono en mi mano, mientras poco a poco la vista se me aclara, y todo deja de moverse. Aun así no puedo dejar de respirar agitadamente.

—¿Qué parte del bosque es esta? —digo para mis adentros, mirando a mi alrededor.

Conozco bien el bosque de Mellow Ville, o al menos eso era lo que pensaba, después de saber que aquí viven criaturas sobrenaturales y que incluso hay un club nocturno escondido, ya no estoy muy seguro. Pero aun así, conozco los caminos y senderos que he recorrido a lo largo de mi vida, así que solo debo esforzarme un poco para poder vislumbrar mis alrededores en la oscuridad y ubicarme.

Miro hacia el cielo, la luna se ve mucho más grande hoy, está casi llena, una luna gibosa menguante. Me levanto nuevamente, sacudiendo mis pantalones.

—Es por aquí—murmuro, mirando hacia mi derecha.

Sé en donde estoy, este es el camino que tomo para ir a mi sitio preferido para dibujar. Levanto la mirada hacia el tronco caído, y paso por encima de él, dando pasos suaves sobre las ramitas crujientes y las hojas secas, acercándome cada vez más a mi destino.

Al llegar, ubico mi árbol favorito y me siento junto a él, recargándome cómodamente en el tronco. Suspiro profundamente, y es cuando mis dedos tocan accidentalmente una correa que me doy cuenta que llevo puesta mi mochila, en ella llevo mis materiales de dibujo, los que traigo siempre que vengo a este sitio.

Marcado En Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora