Después de ser atormentado por horribles pesadillas durante toda tu vida, no podría ocurrir nada más que arruinara tu existencia. O al menos eso era lo que Daniel creía. Y es que eso es lo que pensaría cualquier estudiante de Mellow University.
Pero...
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Daniel's POV
Carrie siempre ha sido mi única amiga.
—Daniel...
Desde siempre. Desde que éramos pequeños, ambos apenas unos niños, desde entonces ella ha permanecido a mi lado.
Sí, ella ha sido la única a mi lado.
A pesar de que yo fuera conociendo a más personas, todos se iban siempre, excepto Carrie. Ninguno formaba parte de mi vida, sólo Carrie.
Ella... era la única.
Siempre ha estado a mi lado, como mi amiga.
Entonces, ¿Por qué?...
—Carrie...
Estoy teniendo un recuerdo, sé que es de hace unos cuantos años, lo veo claramente en mi cabeza, una escena del pasado, en ella estamos Carrie y yo... Pero, este recuerdo no luce como las otras valiosas memorias que atesoro sobre nuestra amistad.
—¡Es suficiente, Carrie! —sé que recuerdo haber dicho eso, y también que estaba... Muy, muy enojado.
Carrie es... Mi mejor amiga.
—Estoy harto.
¿Entonces por qué dije eso?
—No quiero volverte a ver nunca más, Carrie.
Recuerdo bien el sentimiento, es tan intenso que me hace sentir incómodo. Recuerdo todo lo que quería transmitir mientras le decía aquellas palabras.
Recuerdo... Haber tenido un sentimiento hacia ella parecido al odio.
° ~ ° ~ °
Flashback...
Desde que comencé la primaria, aquel primer día en que mis padres me dejaron en la puerta y entré al salón de clases, Carrie fue quien se acercó a mí, y a partir de ese momento, no volvió a alejarse.
—¡Daniel, Daniel, mira lo que traje!
No recuerdo un solo día en el que llegara al salón de clases y Carrie no estuviese ya esperándome en su lugar, sus ojos brillando al verme mientras se levantaba para abrazarme.
—Mis padres me harán una fiesta de cumpleaños—dijo emocionada, mostrándome su invitación.
—¿Por qué tienes que cumplir once años antes que yo? —hago una mueca, nada contento—. Sólo por cinco meses.
—Soy mayor que tú, respétame—dijo, arrebatándome la invitación—. Eres tonto, así que la guardaré en tu mochila para que no la pierdas.
Hubiera buscado pelea de no ser porque era verdad.
Recuerdo ese día, ahora lo hago...
Era Julio, así que los días eran menos tenebrosos de lo usual. Aunque no se podía ver el sol entre las nubles, el día era claro y se sentía cálido, por lo que mi madre me había mandado solo con una sudadera ligera.
