Marcado En Las Sombras

Capítulo 14: La promesa

Daniel's POV

—¿Qué mierda está pasando?

No puedo averiguarlo, no puedo pensar con claridad, en mi mente solo están los dos niños pequeños corriendo por el campo, y uno de esos es Mason.

Por otro lado, no puedo dejar de ver a Mason pasandome el cigarrillo y preguntandome si estoy bien después de que casi me ahogara con el humo.

¿Por qué tengo estos recuerdos?¿De donde vienen y por qué aparecieron de repente?

Ahora que lo pienso... Ni siquiera había pensando en la primera vez que fumé hasta el día en que fui a casa de Mason y se lo conté.

Fue como si... hasta ahora no me hubiese acordado de eso.

—¡Jodido asqueroso!

Esa voz femenina nuevamente me saca de mis cavilaciones. Las tres chicas siguen hablando en el pasillo. Y Carrie, que sigue de pie frente a mí, también se vuelve para mirarlas disimuladamente mientras hablan.

—La noticia está corriendo por toda la escuela—sigue diciendo otra de las chicas.

—Eso es asombroso, pronto todos sabrán que ese tipo está enfermo, vengo a la escuela con miedo cada día—se queja otra.

¿De que rayos están hablando?

Escucho pasos y veo a otra chica acercandose a ellas.

—Daena, ¿Ya sabes lo que ocurrió con Jenny?—chilla la misma chica que habló antes.

—¿Qué pasa con Jenny?

—Es una tragedia, algo horrible, ¡Aterrador!—dice.

—¿Qué ocurrió? ¿Ella está bien?

—¡Jamás volverá a estarlo!

—Silencio, hay que explicarle—la detiene la otra—. Bueno, esta mañana llamaron a Mason Mathews a la oficina del rector.

—¿Y qué hay de raro en eso?

Las tres chicas se miran entre sí, dudosas. Y yo no puedo evitar prestar mas atención.

—Los padres de Jenny estaban allí junto con ella... Presentaron cargos contra Mason Mathews—hace una mueca—. Cargos de... violación.

—¡¿Qué dices?!

La lata de café se resbala de mis manos, lo que hace que las cuatro chicas se giren para mirarme, pero es mi expresión en blanco lo que las hace ignorarme y seguir charlando.

—¡¿Qué quieres decir con eso?!—continúa la chica.

—Ese hijo de perra abusó de Jenny—chilla la otra.

—¡Guarda silencio, Karen!—la detiene—. Vamonos ya.

Toma las manos de las chicas y las veo alejarse por el pasillo a las cuatro.

Yo no puedo moverme de donde estoy.

—No sé que me parece mas increíble, que haya gente así en la escuela o que no me sorprenda que Mason Mathews haya hecho una cosa tan horrible—escucho decir a Carrie—. ¿Ahora entiendes de lo que hablo, Daniel? Ese sujeto es una mala persona.