Después de ser atormentado por horribles pesadillas durante toda tu vida, no podría ocurrir nada más que arruinara tu existencia. O al menos eso era lo que Daniel creía. Y es que eso es lo que pensaría cualquier estudiante de Mellow University.
Pero...
¡Altoo! Hoy hubo doble publicación💙 Debes haber leído el "Capítulo 40: El Vínculo" antes de este o te harás mucho spoiler😱
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Daniel's POV
-Este tipo...-dijo Mason, anonadado.
Yo me le quedé viendo por un momento, hasta que algo se me pasó por la cabeza.
-¡Un momento! -se me escapó gritarlo-. Dijiste que ese hechicero tan temido y poderoso se llamaba Robert Mathews.
-Ah sí, siempre me comparan con él-Doom hace una mueca-. Malditos hechiceros...
-¡Tú te apellidas Mathews! -señalo a Mason.
-Ahhh, sí-Mason se rasca la nuca-. Era el padre de mi tía Adelí, pero no lo menciones en frente de ella, se encabrona bastante.
-¿¡Qué?! -exclamo.
-Hazle caso, ella fue quien lo mató-dice Doom, divertido.
-¡¿Qué?! -digo más fuerte.
-Él era... una mala persona-Mason aprieta los labios-. Yo nunca lo conocí, murió antes de que yo llegara a vivir con ellos.
-Todos le odian, aunque esté muerto ya-le sigue Doom-. Así que, aunque sea su hija, es una heroína para las Criaturas, de hecho, toda la familia de Mason lo es.
En ese momento se oyeron unas puertas abriéndose, no pude evitar sentirme tenso y voltear hacia el pasillo del que comienzan a oírse unas fuertes pisadas.
Pronto se acercan tres hombres con la túnica azul que llevan todos los magos. A ninguno se le ve el rostro ya que llevan la capucha puesta y tampoco dicen nada, solo se acercan hasta quedar frente a ambas celdas y luego uno de ellos introduce una mano dentro de su capucha para luego sacar un letrero que entierra con fuerza en el suelo. Antes de que alguno de nosotros pueda preguntar, los tres se alejan por el mismo pasillo por el que vinieron.
Yo me levanto para ver el letrero más de cerca. Está hecho de madera y al principio pensé que se trataba de un letrero normal, pero lleva escrito en la parte de arriba "Tiempo para el Juicio" y debajo de esto, los dígitos de las horas, minutos y segundos faltantes, cambiando aunque estén escritos con pintura.
Otra cosa mágica de los hechiceros.
-¿Por qué dice setenta y un horas con cincuenta y un minutos? -digo, leyendo el cartel.
-Es el tiempo que falta para el Juicio-suspira Doom-. Lo siento chicos, creo que los tendrán más tiempo aquí.
Me vuelvo hacia Mason, y este se encoje de hombros, al parecer no tenía idea de que esto formaba parte de ser testigos. Asiento con la cabeza hacia Doom antes de volverme a sentar junto a Mason.
