Capítulo 30: El trato

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Daniel's POV

—¡AHHHHHH!

El dolor vibrante me recorre entero, las espinas perforando mi carne una y otra vez, todavía sin conseguir quebrar mi hueso.

¡Arráncamelo, solo arráncamelo ya!

Pero no lo hace, su boca sigue abriéndose y cerrándose lentamente, los dientes masticando y torturando mi brazo.

—¡AHHH!

La vista empieza a fallarme, todo se mueve a mi alrededor, al igual que los clones del Chico Tímido, quienes se amontonan y se agachan para tomar mis otras extremidades.

Veo sus bocas abriéndose todavía más, y a ambas de mis manos dentro de dos ellas...

—¡Daniel!

Lo que está ahora frente a mí y a lo que le grito a todo pulmón es a un rostro completamente asustado. Mi grito se desvanece, pero mi respiración sigue igual de agitada mientras que mis hombros son sostenidos por un par de manos que aparentan menos fuerza de la que parecen tener en realidad. Un par de ojos que no puedo dejar de mirar, pues solo haciendo eso puedo asumir que estoy despierto. Las pupilas comenzando en azul aguamarina y volviéndose amarillas hacia el contorno.

—Ya estas despierto, tranquilo—dice él—. Ya despertaste.

—¿D-Doom?

Él asiente repetidas veces, y poco a poco mi respiración se relaja. Había estado sujetando con fuerza el brazo del chico, aun así él no me suelta hasta que me tranquilizo, y después de unos segundos, ambos nos sentamos.

—¿Tú me despertaste?

Él vuelve a asentir.

—Estabas moviéndote mucho y comenzaste a gritar, así que te desperté.

Trago saliva con dificultad, y siento como pierdo fuerza en los brazos.

—Gracias—murmuro—. Muchas gracias.

Abrazo mis piernas y dejo caer mi cabeza sobre mis rodillas, la voz me tiembla debido a las ganas de llorar, pero resisto el impulso y me tallo los ojos.

Tranquilo Daniel, todo está bien ahora, ya despertaste.

—¿Daniel?

—Estoy bien—le digo a Doom—. Estoy bien, solo tuve una pesadilla.

Doom frunce el ceño, no muy seguro, pero para evitar que haga más preguntas, me pongo a mirar el lugar en el que me encuentro. Nos rodean paredes de piedra y una reja con barrotes gruesos, es una celda, y dentro solo estamos Doom y yo.

—¿En dónde están los demás? —le pregunto.

—A Fay, Whisper y Erica las pusieron en una celda distinta.

—¡¿Qué?!

—Y a Mason se lo llevó con él, dijo que tenía que confirmar algo primero antes de hablar contigo.

—¡¿Cómo que se llevó a Mason?! ¡¿Quién?!

—El tipo que nos trajo aquí. Estaba parado en la calle y de repente solo nos envolvió una sombra, luego estábamos todos en una celda y entonces nos separaron—suspira, recargándose en la pared—. Si no te importa, ¿Podrías pasarme el contexto de quién es ese sujeto?

—No tengo idea de quien es.

—O sea que secuestraron a mis secuestradores, no te pases—desvía la mirada.

Me pongo de pie para mirar por los barrotes, frente a nosotros hay otra celda, pero esta está vacía, al igual que las demás.

—¡Erica, ¿Me escuchas?!

Marcado En Las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora