Erica's POV
El tema no volvió a tocarse, y a Jaeger jamás pareció afectarle estar cumpliendo un castigo de un crimen que ni siquiera recordaba. Pasaron meses que luego se convirtieron en años, hasta que tuve doce de edad, un día que según Jaeger, sería muy importante en mi formación como Cazadora.
Me prometió que lo celebraríamos yendo una última vez al mundo mortal a ver a Daniel. Pues a partir de ahora sería imposible, ya que las Reguladoras se asegurarían de que no rompiera esa norma.
—Espero que no te enfades conmigo, Erica—fue lo que dijo antes de alejarse.
Y esa, fue la primera vez que su sonrisa no tenía nada oculto en ella, solo sinceridad y... podía decir que un poco de angustia.
No lo comprendí hasta que acudí a mi formación ese día.
La Reguladora que impartiría la formación en esta ocasión parecía más centrada de lo normal, mis compañeros y yo avanzamos en fila detrás de ella, atravesando portales que llevaban a diferentes caminos del Infierno de las Sombras, hasta que llegamos a una cueva en la que nunca había estado.
Es muy oscura por dentro, aunque algunos puntos son iluminados por rayos de luz blanca que provienen quien sabe de donde. Las rocas grisaceas forman puentes que se entrelazan unos con otros. Parece que lo único que hay en la cueva son puentes elevados y flotantes sobre la nada.
—Hoy verán el papel de un Marcado después del ritual de entrega de su sombra—dijo la Reguladora—. Una vez que al Marcado se le ha arrebatado la sombra, este ahora pertenece a la Cazadora, en cuerpo y alma, su existencia misma deja de ser suya y pasa a ser controlada por su Cazadora.
Me quedé en pausa un instante, analizando las palabras.
Yo ya lo sabía. Desde el primer momento supe que mi tarea era arrebatarle la sombra a mi Marcado, y que tendría control sobre él. Sin embargo, oír que lo diga una Reguladora... de alguna manera suena como si estuviese transformandolo en algo siniestro.
—Una Cazadora solo puede tener a un Marcado a la vez, luego de arrebatarle su sombra, en cuestion de tiempo aparece otro Marcado—continúa su explicación—. No se puede definir el lapso exacto, es diferente siempre, pueden ser días o años.
No es que lo esté transformando en algo siniestro, pues no está diciendo nada que deba sorprenderme. Es la pura verdad.
El significado de ser una Cazadora y un Marcado, siempre ha sido el mismo.
—Después de que le arrebaten la sombra a su Marcado, este dejará de ser un humano—espeta—. Se convertirá en su sombra, manipulable y sin voluntad propia.
No pude evitar pensar en la sonrisa de Daniel... Pero Daniel sonríe gracias a sus sentimientos de humano, y si deja de serlo entonces...
—En realidad, no es que los Marcados se vuelvan marionetas vacías, sus consciencias siguen ahí, pero están encerradas—dice—. Porque no importan más, ellos pueden oir, ver y sentir todo lo que pasa ante sus ojos, pero no pueden hacer nada al respecto, solo obedecen a sus Cazadoras, sin importar qué... Pero mientras sus cuerpos siguen las ordenes de sus dueños, sus consciencias y almas van a parar al Abismo de su Cazadora.
La mujer se detiene frente a una gigantesca puerta de piedra.
—Cada Sombra Cazadora tiene su propio abismo, que es el lugar donde permanecen sus Marcados despues de obtener sus sombras—explica—. Y hoy, los he traído al abismo de una Sombra Cazadora con más de 300 años de edad.
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Marcado En Las Sombras
FantasíaDespués de ser atormentado por horribles pesadillas durante toda tu vida, no podría ocurrir nada más que arruinara tu existencia. O al menos eso era lo que Daniel creía. Y es que eso es lo que pensaría cualquier estudiante de Mellow University. Pero...