¡Mierda!
Se me ha hecho tarde ya.
Me pasé dos horas dibujando al búho y ahora llegaré tarde a mi escuela: La Universidad de Mellow Ville.
Tal vez Dios se apiade de mí y ocurra algún milagro, algo como que alcance el autobús o que algún alma caritativa se ofrezca a llevarme. Pero como el universo me odia, termino yéndome a pie.
Planeo faltar a la clase del señor Flickerman, ya que sólo faltan ocho minutos para que acabe, sin embargo, no quiero que nadie me vea haciendo novillos, lo último que me falta ahora es una razón para que Tobías se angustie. No sé como pero siempre acaba enterandose de cualquiera cosa que me pasa en la universidad. Desventajas de vivir en una ciudad con pocos habitantes.
Lo único que consigo siempre es hacer que mi hermano mayor se preocupe de más y busque sobreprotegerme. Aunque después de haberse graduado de la universidad, la mitad del día está en su trabajo, así que si antes él era la única persona con quien hablaba en casa, ahora me la paso prácticamente solo. Hablo en serio cuando digo que mi actividad favorita es pensar. Después de dibujar, por supuesto.
En mi defensa, esta vez ha sido culpa del búho.
Al final decido ir al baño para matar tiempo dando vueltas por él, me lavo las manos una y otra vez hasta que la campana que indica el cambio de clase al fin suena, y una vez bien desinfectado, salto fuera del baño y camino por el pasillo ahora repleto de estudiantes.
Soy el primero en entrar a la clase de Dibujo, así que tengo el privilegio de escoger mi lugar,el asiento del fondo, en donde tengo la oportunidad de dibujar lo que tanto me ha pedido mi cabeza. Una vez que tomo asiento me dispongo a sacar mi block y dibujo sobre una de las páginas, dejándome llevar.
Erica...
Escrito en cursiva perfecta, con pequeños detalles de tinta y sombras. Sólo tardé unos minutos en hacerlo y debo admitir que ha quedado bello, y como no ha de hacerlo si lleva eso escrito...
¡Maldita sea!
Automáticamente, arranco la hoja y la meto en mi mochila con molestia, junto a las otras hojas que llevan lo mismo escrito. Ahora de mal humor, coloco mis manos debajo de mi barbilla y miro por la ventana del lado derecho del salón.
Erica...
Un nombre misterioso y perturbador para mí.
Lo único que sé es que lo he escrito en todas partes desde siempre.No conozco a nadie que se llame así.
O bueno sí... Algo así.
Es el nombre de la chica que aparece en mis sueños, la que susurra siempre lo mismo:
«Estás marcado».
¿Qué cómo lo sé? No tengo la menor idea, ella jamás me ha dicho su nombre, ella no dice otra cosa mas que esas dos aterradoras palabras. Pero desde un principio yo supe su nombre, y no puede haber un día en que no me acuerde de él. Siempre habrá algo que me recuerde a mis pesadillas. Siempre habrá algo que me recuerde a ella.
Poco a poco, el aula comienza a llenarse, todos platican alegremente y ríen mirando sus telefonos. Especialmente, aquel grupo de escandalosos, al cual creo que me he quedado mirándo más de lo necesario, o más bien a uno de ellos. Esa persona de la cual mi subconsciente se empeña en alejarse, y sé que este día no tendré éxito en eso cuando se voltea a verme.
Esos ojos se clavan en mí como cuchillas, así que vuelvo la vista hacia mi block de dibujo, mientras por el rabillo del ojo, observo como los chicos del grupo estallan en carcajadas por mi cobardía. Aiden, quien sigue mirandome fijamente, no les hace caso y comienza a caminar hacia donde estoy, y no es como si a ellos les molestase ser ignorados por el narcisista de su amigo.
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Marcado En Las Sombras
FantasyDespués de ser atormentado por horribles pesadillas durante toda tu vida, no podría ocurrir nada más que arruinara tu existencia. O al menos eso era lo que Daniel creía. Y es que eso es lo que pensaría cualquier estudiante de Mellow University. Pero...