Capítulo 14

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RUBY BLANCHET

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RUBY BLANCHET

Dos días después de lo de Lyon aprendí que Cassian si cumplía con sus promesas. No sabía cómo lo había conseguido tan rápido, pero mi padre me llamó a su despacho dos horas después de haber llegado de su viaje. Creo que ni siquiera había comido al llegar.

La cosa es que me encontraba entrando a su despacho, sin Cassian detrás mía. De hecho, no lo había visto mucho estos dos últimos días. Nos veíamos en las comidas y antes de dormir él se aseguraba de que todo estuviera bien en mi habitación para que yo pudiera descansar. No sabía si me estaba evitando para no tener una conversación conmigo o por otra cosa que no me podía venir ahora a la mente.

Por dentro empezaba a molestarme.

Para que mi padre no se diera cuenta de que me fui a Lyon sin decirle a nadie, borró las evidencias de las cámaras de afuera y llamó a unos jardineros para arreglar los arbustos en tiempo récord. Bernie juró no decir nada y así había quedado.

—¿Qué tal el viaje? — pregunté sentándome en el asiento de enfrente del escritorio.

—Entraría en detalles, pero sé que te aburre escuchar sobre política así que solo diré que ha ido de maravilla.

—Me alegro —. Le dediqué una pequeña sonrisa.

Mirándolo mejor, me di cuenta de que sus ojos estaban algo rojos. Eso le sucedía cuando no dormía lo suficiente.

Sabía que su trabajo era muy agotador, pero si no descansaba de inmediato le podía pasar algo malo. A su edad no podía estar jugando con estas cosas.

—Pero no te he llamado aquí por eso. Te he llamado por algo más importante —. Allá vamos —. Sé que no soy el mejor padre del mundo, pero quiero que sepas que lo estoy intentando. No quiero que te alarmes por esto, quiero que entiendas porque lo hice. Es verdad que actué mal, tenía que habértelo contado desde el principio, tenía que haberlo consultado contigo, pero no lo hice porque ya sabía cómo ibas a actuar.

—Papá, al grano, por favor.

Suspiró.

—Te puse un rastreador en el móvil.

Aunque ya sabía lo que iba a decir, tenía que actuar de forma sorprendida y algo molesta.

—¡¿Qué?! — repetí el grito de la otra noche.

Mi padre se levantó de la silla y vino corriendo a mi lado. Se puso a mi altura y me intentó tomar las manos, yo lo dejé hacerlo.

—Ruby, estaba muy preocupado y no sabía qué hacer. Sé que tenía que haberlo consultado contigo, pero ya sabía cómo ibas a actuar. De hecho, no te lo iba a contar nunca, pero Cassian me estuvo convenciendo estos días de que lo hiciera, me dijo que te veía muy presionada con toda la seguridad que había a tu alrededor.

El protector [+18] ©  - Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora