Capítulo 21

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RUBY BLANCHET

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RUBY BLANCHET

Una vez en el parking nos subimos al coche y esta vez sí me subí al asiento del copiloto. Me daba igual si la gente fuera a hablar, quería sentarme aquí.

Cassian no reaccionó ante mi cambio.

Salimos del aparcamiento y nos detuvimos en un semáforo. Pensé que era el momento ideal para disculparme con él, tenía que hacerlo porque me había equivocado y lo había tratado muy mal.

Abrí mi boca, pero lo que solté fue otra cosa.

—¿A dónde vamos? El camino a casa es por el otro lado — dije cuando lo vi dar la vuelta.

—Vamos a comer, son más de las tres y no ha comido nada — respondió él, seguro de sí mismo.

—Podemos comer en casa.

—Sí, pero conozco un sitio que vale la pena.

No reproché, dejé que me llevara al sitio que él decía que valía la pena probar. Tenía curiosidad de saber que sitio es. No había comido muchas veces fuera, era raro cuando sucedía, pues al tener a Bernie cocinando la mejor comida que había probado no necesitaba nada más.

Cassian aparcó enfrente de un parque y salió del coche con un paraguas en la mano. Yo también salí. Oculté una sonrisa cuando Cassian puso el paraguas encima de mi cabeza, para que la lluvia no me tocase.

Me pasó del todo el paraguas y se quedó sin protección contra la lluvia.

—Comparta el paraguas conmigo — le dije sin pensarlo.

Él levantó la mirada para mirarme fijamente, sus ojos se agrandaron un poco y noté como tenía las pupilas dilatadas.

—No hace falta.

—Insisto — dije. No iba a aceptar un 'no' como respuesta.

Vi otra vez como empezaba a dudar, así que di el paso acercándome a él, levantando el paraguas y colocándolo encima de nuestras cabezas para que no estuviéramos mojándonos.

Vi una pequeña sonrisa en su cara y Cassian levantó su mano para tomar el paraguas, pues él era más alto que yo. Él no tendría problemas al sujetar el paraguas para los dos, a mí se me dificultaba un poco. Me dio su brazo y yo lo tomé.

—Lléveme a ese sitio que conoce, me muero de hambre — dije, rompiendo nuestra conexión de miradas.

Asintió y comenzó a dirigirme hasta la calle siguiente.

Nos detuvimos en frente de un restaurante llamado 'La Foule', como la canción de Edith Piaf.

No lo había visto en mi vida.

—¿Es nuevo?

Una pequeña risa salió de su boca.

—No, lleva más de cuarenta años abierto — respondió él.

El protector [+18] ©  - Nueva VersiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora