CASSIAN MADDOX
Había pasado un día desde que visitamos a Bernard en el hospital. Al día siguiente de aquello Ruby y yo habíamos tenido como media hora para estar a solas ya que su padre había pasado la mayor parte del día con ella. Habían planeado el falso funeral de Bernie, luego habían mirado apartamentos, en lo último incluyéndome a mí, luego habían tenido un incómodo tiempo de padre e hija donde decidí excusarme.
Ruby me fulminó con la mirada cuando vio que me intentaba escapar del momento y que la dejaría a solas con su padre y esa incomodidad. Yo le guiñé el ojo y me fulminó más todavía.
Salí de la habitación y simplemente salí a dar una vuelta para despejarme un rato.
En ese rato solo pude pensar en ella, en su olor, en su tacto, en su sabor y en las palabras que soltó en mi casa cuando me quiso sacar una reacción. En ese momento había estado dispuesto a quitarle la ropa y tomarla en el mismo lugar en el cual estábamos, pero no lo hice. En vez de eso me fui a mi habitación para conseguir aire poniendo distancia entre los dos.
Pronto me di cuenta que lo que sentía no era un simple querer, era una necesidad. La necesitaba, pero antes había que hablar con claridad sobre esta relación porque yo lo había pensado la otra noche. Cuando la dejé en esa habitación para yo irme a la otra. Cuando salí del baño que tenía la habitación, el cual investigué bien para asegurarme de que nada estaba fuera de lugar, la vi durmiendo de una manera que me había hecho desear meterme en la cama con ella y estrecharla entre mis brazos, pero le di espacio.
Nos di espacio a los dos. Esa noche había dormido poco por haber estado pensando en ella y en lo nuestro.
Había intentado dejar de pensar en ella, había desviado mi mente a cualquier tema que no fuera ella, pero pronto volvía a ella porque empezaba a relacionar todo con ella.
Nunca antes había sentido una necesidad tan grande y tan fuerte. Era como si la gravedad me empujara hacia ella con cada respiro y era frustrante no poder ir ahora mismo y tomarla en mis brazos.
No sabía cómo había llegado a este punto con ella.
Casi tres meses atrás solo pensaba en cuanto quedaba para poder deshacerme de este trabajo, pero ahora deseaba no deshacerme de él. Al menos no deshacerme de la parte en donde yo estaba a su lado cada día y cada noche.
Desde aquel beso mi cabeza había sido un desastre tremendo y cuando la tuve en ese baño supe exactamente lo que quería y sabía que ella quería lo mismo.
Hubiera sido genial tener la conversación que ella prometió ayer, pero su padre fue un improvisto.
Después del falso funeral se podrá hablar de ello con tranquilidad, al menos esperaba que el universo no nos jodiera y nos interrumpiera una vez más.
Al ver que eran casi las diez de la noche decidí levantarme del banco en el que estaba y subir a la habitación. En ese momento Simon me llamó al teléfono y decidí contestar sabiendo lo que me iba a decir. Lo mismo que Richard me dijo ayer. Porque no lo había informado de lo sucedido.
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El protector [+18] © - Nueva Versión
Roman d'amourRuby Blanchet es la hija del primer ministro de Francia. Su vida cambia cuando empieza a recibir cartas anónimas de un admirador secreto, el cual acaba por convertirse en un acosador cuando entra en su casa y le hace fotos mientras duerme. Ella est...