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Esa mismo día Julian y Jason habían sido festejados por sus familias. Era una pequeña reunión en casa de Paul ya que el patio trasero era bastante grande.

Paul y Richard habían ido al supermercado por lo que necesitaban. Cómo Paul y Julian era vegetarianos tuvieron que comprar un suplemento de la comida que harían y llevar un pastel aparte, uno vegetariano. Cuando terminaron de hacer las compras ya todo estaba acomodado en el patio y comenzaron con la comida.

Mona entró varias veces a la casa para ver los cuadros de su hijo. Ella, al igual que Paul y Julian le echaban mucho de menos, y su garganta se sentía pesada cuando intentaba decir una sola palabra, pero ella no quería arruinar un evento tan importante como lo era la graduación de su nieto. Ella sonrió y puso la mejor de sus actitudes para con su familia.

-¡Ya está la comida!

Jules ayudó con los platos de comida, mientras Jason con los vasos. Paul y Richard seguían cocinando y los mayores, junto a Maureen, platicában de la política, de la economía o la juventud de esos días y todo porque escucharon decir a Jules que quería hacerse un tatuaje y un piercing en la nariz y Jason también deseaba un piercing, pero debajo de los labios inferiores.

La tarde había sido bastante amena y muy buena para todos, pero la hora había llegado y los Starkey debían irse para llevar a Jason a casa para comenzar a vestirse para el típico baile de graduación que se daría en la noche. Al final quedaron que Richard pasaría por Julian.

Paul termino llevando a sus padres a su casa y Mona decidió quedarse esa noche con Paul.

La relación era buena y aunque Mona ya no era la suegra de Paul ellos seguían queríendose porque a pesar de lo que pasó, ellos no tenían porque cambiar su buena relación nuero/suegra.

Ya para las siete de la tarde Julian se había ido al baile escolar. Paul le deseo buena suerte.

-Yo puedo dormir en el cuarto de Jules. -Comentó Paul. Estaba acomodando los trastes que había terminado de lavar. -O usted puede dormir en el cuarto de Jules, dónde quiera está bien.

-Gracias, Paul. No te preocupes, puedo dormir en el cuarto de Julian.

Y de nueva cuenta, ahí estaba viendo una foto de su hijo y Paul bastante jóvenes, Paul con unos veinte y Peter con veintiuno, justo unos meses antes de tener a Jules.

Paul fue a la sala y acompañó a Mona.

-Ya ha pasado el tiempo y aún no puedo olvidar esa tragedia.

Dijo Mona con una tristeza absoluta. Paul la rodeó con su brazo y vió la foto.

-Sé que Peter estaría muy orgulloso de Julian, lo amaba tanto.

-Lo sé. Julian era uno de sus mayores tesoros, él me lo hacia saber día y noche.

-¿Aún amas a mi hijo?

-Claro que si, Mona, tanto como el primer día que lo conocí.

-Sigue así, Paul. Recuerda que Peter dió la vida por ti.

Ella lo miro directo a los ojos haciendo a Paul desviarlos por la presión. Claro que lo amaba y no podría remplazarlo, pero que siempre hiciera ese comentario, le dolía.

-Creo...me...

-Yo dormiré en la habitación de mi nieto.

-Bien. ¿Le ayudo a subir?

Ella negó y se alejó de Paul. Y de nuevo, otra persona le hizo sentir miserable, sin ser capaz de poder con Julian por si solo, como todo se volvía en su contra. Otro ser querido lo hería sin querer.

•Two Lads• •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora