•Two Lads• •McLennon•

XXXVII

Tras muchos años sin mantener relaciones sexuales, Paul se sentía con un dolor tremendo en la parte trasera y con dolor de ingle punzante a cada movimiento que daba.

-¡Auch!

Soltó el libro de inmediato y se puso recto. John fue por el libro y se lo entregó, en su rostro había una sonrisa burlona.

-¿Duele?

Paul rodó los ojos y bufó.

-Como el mismo diablo. Fuiste muy impulsivo anoche.

-Años sin sexo, lo siento, juro que fuí lo más cuidadoso posible.

-No me imagino como será cuando...

"¡Papás! Saldré con Grace, nos vemos en la tarde"

Ambos padres respondieron al mismo tiempo: "claro, hijo"

-Oye, ¿Y si aprovechamos....?

Paul lo miró con indignación. -¿No fue suficiente con lo de anoche?- pensó.

-Bueno, si no quieres no...

El pelinegro negó y con una linda sonrisa le besó los labios para luego decirle: "Tal vez luego, cariño"

•••

Paul y Mona estaban en el cementerio arreglando la tumba de Peter. Ambos habían pintado las letras y parte de la lápida, quería que se viese un poco mejor, no tan opaca o como si nadie se preocupara porque se viese digna.

-Creo que con eso será suficiente.

Mona se levantó de la lápida con ayuda de Paul y ambos observaron está misma. Había quedado linda, aparte las nuevas flores eran bellas y le daban un toque hermoso.

-Lo extraño mucho. -Mona volteó a Paul con una expresión de compasión.-Era...bueno, el hombre mas bueno que conocí.

-Me alegro que eso fuera así. -La mujer posó su mano en el hombro del chico y lo acarició. -Mi Peter fue un buen esposo, padre e hijo...pero sabes, también contó con la suerte de tener a un muchacho tan bueno como tú, me alegro que eso fuese así. Y ahora que tienes a alguien más Paul...yo quisiera seguir ahí, ser como tu madre, sé que mi Peter era quien nos unía, pero ahora quiero que seamos familia.

El menor sonrió suavemente y dejó su mano sobre la de la señora.

-Lo hemos sido siempre, eso es seguro. Sé que ahora todo estará mejor ¿Cierto? Debemos progresar.

-Tienes razón, debemos progresar.

-Bien, ahora vayamos a comer. Creo que lo amerita, y lo merecemos.

-Me parece perfecto.

•••

2 años después.

Con una sonrisa de lado a lado, John decoró el pastel y subió a la habitación de Paul.

Grace, con un mes de embarazo, llevaba su celular con "happy birthday" sonando de fondo y Julian llevaba la vela.

-No hagan ruido.

John abrió la puerta lentamente y pasó. Los otros dos entraron y por fin cerraron la puerta y el silencio que los ponía nerviosos.

-Feliz cumpleaños a ti...

Todos comenzaron a cantar, y fue entonces que Paul despertó de su profundo sueño.
Con los ojos apenas abiertos se sentó y recargó a la pared.

-Aww.

John se subió a la cama y besó a su casi esposo en los labios.

-Sopla la vela, mi querido bombón.

Paul sopló y tomó, con la punta de su dedo pulgar, merengue y lo probó.

-Tan rico.

-Uy, mi vida. Sé que soy irresistible, pero aquí no por favor, están los niños.

-Ay, papá.

Julian, con gesto asqueado, se acercó a sus padres y los abrazó.

-¡No me dejen de lado!

Grace se abrazó a ellos.

-Bien, siento pastel en mi mano.

-Creo que lo aplastaste...

-Si, creo que sí...

-Mierda, tardé mucho haciéndolo...

-Solo le pusiste la nata, papá...

-Shhh..

-Mejor quito mi mano.

Todos se despegaron del abrazo y vieron sus manos.

-Bueno, al menos quedó un poco.

Paul agarró el pequeño pedazo y se lo comió.

•••

En la tarde, casi todos estaban en el patio trasero disfrutando del clima.
Los padres de Paul estaban hablando con Mona, Julian y Grace hacían lo mismo, pero sobre su bebé, también estaban los amigos de Paul y de John, y la parejita inseparable estaba preparando la comida.

-Creo que ya me estoy acostumbrado a esta comida.

John le dió una mordida a la "carne" de soya y miró a su novio.

-Creí que ya te habías acostumbrado a esto.

—No es tan sencillo, yo estaba acostumbrado a la jugosa carne.

—Sabes que nunca te negué comer carne... —Paul tomó los panes y los dejo sobre un comal.

—Lo sé cariño, pero quería encajar con ustedes... Ya sabes, tener onda.

Paul soltó una risa y negó.

—¿Tener onda? Solo es no comer carne, cariño.

—Bueno, como sea....

Paul sabía que John hacía varias cosas similares a las que Peter, y era algo que estaban tratando con su psicólogo familiar. El psicólogo William les había comentado que John al no estar tan familiarizado con el entorno de Julian y Paul trataba de llenar el espacio de Peter al saber las cosas que él hacía, pero eso no estaba bien, ya que si seguía así, con el tiempo se sentiría desconectado de él mismo.

—Oye. —Paul tomó a John por las mejillas y le dió un beso. —debes ser como quieres, amor, recuérdalo. Sabes que Julian y yo respetamos tu estilo de vida.

John le contestó con un beso en una de las manos que había tomado y asintió.

—Gracias, conejito, solo quería adaptarme a ustedes...

—Pero no siempre se trata de Julian y yo, Jhonny. Anda, vamos preparando esto porque ya es tarde y deben tener mucha hambre allá afuera.

—Oye, antes que nada...

Lo agarró de la cintura y lo apegó a su pecho.

—Quiero decir que te amo, demasiado. Ah, y que estás hermoso, como nunca.

Paul se sonrojó, pero también se elevó su ego. Una cosa que el psicólogo le había dicho a Paul era que aceptará todos los cumplidos que John, u otras personas le daban.

—¿Y que decir de ti? —Paul le sonrió de vuelta. —Estas tan hermoso.

Julian entró de golpe y los miró.

—¿Listos?

—Ya casi, adelantate.

—Bueno. —Rodó los ojos. —Los veo entonces. No sé tarden —Les dijo apuntandoles con el dedo índice.

—Si, si. ¿Por qué no vas a besar a tu novia?

Julian salió y dejó a sus padres en su nidito de amor.