XXXVIII

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Después de arreglar algunos asuntos, John, quien estaba de los mejores ánimos, volvió a casa en dónde le esperaba Paul.

Ambos comenzaban a retomar sus trabajos. Paul buscó una nueva escuela donde trabajar, John busco otro trabajo como cajero en una tienda de 24 horas, Julian y su novia vivían en casa de los Lennon/McCartney, que por cierto, Grace comenzaba a estudiar la carrera que no se pudo dar antes; mecánica., Mientras que Julian deseaba estudiar como chef, pero no solo eso, también quería ser profesor de música.

A veces no todo era perfecto, pero la nueva familia se adaptaba. John tuvo una seria conversación con Julian sobre aquella nueva persona en la familia. Era claro que todos entendían las cosas que un embarazo traía, y el drama que se podía causa. Desde el principio se puso en claro que Grace debía tomar la decisión final acerca de aquel inesperado embarazo, pero ella si quería tenerlo y estaba bien, todos estaban bien con ello.

—Mira que traje.

John se acercó a Paul con una caja y la dejó en la mesa. El menor la abrió y volteo a John con una sonrisa.

—Oww, está linda. —De ella saco el contenido: un par de prendas para bebé. La mayoría de color blanco y amarillo. —¿La compraste?

—No, mi amor. La robe de la tienda, escondela antes que venga la policía.

Paul rodó los ojos y siguió viendo.

—Nuestro hijo me está haciendo sentir muy viejo.

—Ni me lo digas. —John tomó asiento y observó a Paul como a nadie más, estaba perdido en su mirada adormecida. —Pero...sabes, me gusta aquí, estar con ustedes, y ya se que es estúpidamente cursi, y sé que amas molestarme con eso cuando me pongo así, pero realmente me siento lleno.

Paul sonrió profundamente y fue al lado de John y le abrazó la cabeza, apegandola a su pecho.

—Yo también, Johnny. Me gustaría molestarte con eso, pero sabes que soy más cursi que tú, en especial estos días.

—Ay, a mi Paulie le está dando la menopausia.

Paul le dió un ligero golpe en la nuca y soltó una risita.

—Tu no estás para nada lejos, eh.

John se giró y le abrazó la cintura, apegando su nariz al cuerpo de su amante y dió un beso suave.

—Oye, ¿Entonces estás listo?

—Si, solo debo recojer el regalo y nos vamos.

—¿Pasaremos por tus padres y Mona?

—No, ellos irán mañana. Apenas y dejaron que fuéramos nosotros. ¿Puedes ir prendiendo el auto? No quiero llegar tarde.

—Como diga mi capitán.

Luego de ese caluroso y lindo abrazo, ambos hicieron lo que les correspondía....

•••

John no podía sentir los nervios de su hijo y pareja. Ambos dando vueltas por el maldito y extenso pasillo, solo le hacían temblar.

—¿Puede calmarse?

Paul y Julian lo miraron como si John les hubiese dicho la peor de las malas palabras. Solo elevó las manos y pidió disculpas.

Gracias al cielo, el doctor que atendía a Grace salió y los guío a las salas dónde se encontraba su nuera/esposa y dónde se encontraba su nieta/hija, si, era una hermosa niña, el doctor les había dicho.

John y Paul, tomados de la mano, se veían con emoción, por fin sabían que ambas mujeres estaban bien y podían estar tranquilos.

—La bebé está con su madre, lo mejor es que solo vean a la recién nacida desde lejos. El vínculo entre madre e hija debe estar presente desde el inicio.

Y luego de decir aquello, les abrió la puerta y cuando entraron el doctor cerró la puerta tras si mismo.

—Amor. —Julian saludo con bastante energía a su novia, la cual estaba recostada, con una sonrisa, pero con el semblante cansado. —Te extrañé.

—Y yo a ti. —Dijo con la voz agotada. —Mira, ven a ver a tu bebé.

—Pero el doctor dijo que...

—A la mierda con el doctor, quiero ver a mi nieta.

Dijo John. Se acercó con gozo, de puntillas traviesas a su nieta y se puso al lado de la cama.

—Pero que linda estas. —Su voz era aguda y melosa. —Te pareces mucho al guapo de tu abuelo, que bueno, eso quiere decir que...

—Ay, no...mejor que se parezca a Paul. —Dijo Grace con una sonrisa traviesa.

El mencionado se acercó y acaricio la pequeña mejilla de su nieta.

—Mira, cómprate buenos genes. —Dijo Paul. —¿Verdad que tú abuelo es muy guapo? —John le tomó de la cintura y apoyó su cabeza en el checo del cuello de Paul. —Es tan pequeña, de verdad estoy emocionado por ser abuelo.

Julian los miraba a todos con ilusión. Era un momento disfrutable, algo que, después de enterarse que era adoptado, no creyó que fuese a suceder. Pero ahí estaba, sus padres, su novia y su hija. Entonces se acercó y les pidió un abrazo en grupo. Fue así que ahora esa linda familia estaba concreta. No era la típica familia con una madres y un padre, pero si era una con dos padres que guardaban mucho amor para dar, no solo a él, sino qur a su nueva familia y que aprendería de su vida para ser un buen padre como siempre lo fue Paul, y set un buen padre como lo era ahora John. Es así que con una linda lágrima de nostalgia recibió a su hija, a su nueva vida y a su madurez.



Fin

•Two Lads• •McLennon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora