Julian había tenido la oportunidad de llamar a Jason, luego de varios días sin escucharle, y pudo ponerlo al corriente de todo lo que le había sucedido. Jason fingió sorpresa al "enterarse" que Julian era adoptado, luego le dijo que tenía ganas de verlo, le echaba tanto de menos a su mejor amigo. De hecho durante esa llamado Paul y John tuvieron que salir de la habitación para darle a su hijo un poco de privacidad.
Paul estaba dando vueltas por el pasilla, de arriba a abajo y viceversa tanto como sus pies se lo permitían.
—Ya siéntate. —Dijo John con una voz somnolienta. —¿Que te pasa?
—Solo estoy nervioso. —Respondió sin parar de caminar.
John pensó que el que debía estar nervioso era él. ¿Que le iba decir a Paul? "Mira, ahora Julian se irá a vivir conmigo", mierda.
—Entonces yo también me voy a parar a caminar contigo. —John se levantó de la silla y se puso al lado de Paul a dar vueltas al pasillo. —¿Así se quita?
—A veces funciona.
Ambos vieron a una enfermera entrar al cuarto de Julian, por lo que se devolvieron y quisieron entrar.
—¿Quien primero?
—Tu.
—¿Yo? No, no. Mejor tu.
—Como sea. —Paul empujó la puerta y entró al cuarto. Julian ya había colgado el teléfono. —¿Todo está bien?
La enfermera volteó a ellos y sonrió.
—Si, nada más le estoy administrando unas pastillas. De hecho va venir el doctor que ha estado atendiendo al joven, creo que lo va dar de alta.
—¿De verdad? ¿No necesita otro chequeo?
—Por supuesto, pero no está lo suficientemente grave para internarlo por más días. —La mujer agarró dos frascos de pastillas y se los enseñó a ambos. —Estas son para el dolor de cabeza y está para la inflamación de las heridas. El doctor les va dar receta y la sistematización de como cuidar al muchacho.
—Muchas gracias.
—No hay de que. Bueno, me pasó a retirar.
Ella salió del cuarto, dejando a esos tres.
•••
John estaba empujando de la silla de ruedas con cuidado, no quería hacer caer a Julian de las escaleras en la mera entrada.
—¿Y como se siente?
—¿Qué?
—Estar en silla de ruedas.
—Pues, es la segunda vez. Una vez me rompí la pierna jugando basketball en la secundaria.
—Ah, mierda. Suena doloroso.
Paul escuchaba la amena conversación entre John y Julian. Parecían conectar tan bien que incluso Paul se sintió muy afuera de esa aura, aparte que Julian muy apenas le dirigía la mirada.
El doctor les había dicho que si bien las heridas no eran tan graves, si necesitaba esforzarse lo menos posible para que su cuerpo no se lastimase, en especial la cabeza. Las piernas estaban cansadas y debían permanecer, por un momento, en un reposo. Tenían dos opciones: cargar a Julian hasta el departamento de John o las más sencilla que era rentar una silla de ruedas.
—Paul.
El mencionado volteó de pronto y parpadeo un par de veces.
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•Two Lads• •McLennon•
Fiksi PenggemarEl centro de adopciones en Liverpool ayuda a parejas homosexuales a tener una familia feliz.