Estaba conciente en ese momento, estaba despertando del sueño pesado que había tenido la noche pasada. Escuchaba murmullos muy cercanos a él, pero eran sumamente nítidos, claro, apenas estaba iniciando su día.
-Parece que ya despertó...
-¿Si?...
Paul abrió sus ojos lentamente y al primero que vió fue a John, quien estaba un poco inclinado a él.
-Hey, buenos días.
Paul tomó su tiempo para responder. Primero se sentó sobre el sofá y miró a su alrededor.
-Hola...
Entorno sus ojos y miró al mayor.
-¿John?
-Un gusto. -Respondió el mayor. -¿Estás bien?
-Bueno... -Hizo un gesto de disgusto.
-Entiendo. Hum, ¿Tienes hambre? Julian y yo hicimos de almorzar.
-No quisiera...incomodar.
-No lo haces, anda.
John le extendió la mano, le ofreció una sonrisa de lo más amable y Paul aceptó la mano y la sonrisa.
-Ven.
Paul volteó a Julian, quien esquivó la mirada y dió la vuelta en su silla de ruedas. Paul apretó sus labios y con algo de pesadez fue a dónde John.
-Hice algo vegetariano, para ti.
-No tenías por qué molestarte.
-Nah, molestias solo las dan los impuestos. -Paul apenas formó una sonrisa.
John sirvió el almuerzo y se sentó frente a Paul.
-Provecho.
Y antes de que John pudiese dar el primer bocado Paul habló:-Gracias por recibirme. No sé ni siquiera como es que llegué aquí.
-No tienes que agradecer, de hecho pensaba invitarte a cenar o algo así.
-¿De verdad?
-Por supuesto. -John dejó su mano sobre la de Paul y le dió un pequeño roce. -Para mi no hay ningún problema.
-Fue de mala educación...
-Paul, no importa. Mi casa... bueno, mi departamento es el tuyo. -Le dió dos palmaditas y dió el primero bocado. -Me dices si sabe bien.
-Gracias...-Paul volteó hacia atrás y vió a su hijo jugando, luego devolvió la vista al platillo.
La realidad es que el apetito estaba muerto, es más, ni siquiera hambre sentía. Era bastante complicado comer en las rachas de depresión y es que el estómago se apretaba y los ánimos eran tan pocos para alentarse a cocinarse algo, o siquiera ordenar algo como lo solía hacer cuando estaba cansado después de una jornada larga de trabajo.
-Aprovechando que estás aquí...-Dijo John llamando la atención de Paul. -¿Me podrías ayudar para inscribir a Julian?
-Uh...si...-Le regalo una pequeña sonrisa que se convirtió, de inmediato, en una cara triste. -¿Me...podrías prestar tu baño?
John no supo que hacer. Al ver la cara de Paul, afligida por una respuesta, fue cuando asintió. El menor se levantó de inmediato.
-Esta por ese pasillo...
Paul asintió y se movió a esa dirección. El castaño se quedó pensando en ¿que había hecho mal? Él no sabía lo sensible que Paul podía ser, ni siquiera sabía de su depresión, claro, eran totales desconocidos que habían coincidido por Julian, pero eso era todo.
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•Two Lads• •McLennon•
FanfictionEl centro de adopciones en Liverpool ayuda a parejas homosexuales a tener una familia feliz.