•Two Lads• •McLennon•

XX

John estaba en la cocina preparando el almuerzo, de hecho se había levantado desde temprano para buscar en línea alguna receta para un desayuno vegetariano. No entendía como la gente podía vivir sin comer carne, para él era de los mejores platillos.

Dejó huevos y espárragos, que había ido a comparar como a las seis de la mañana, y dejó un plato hondo sobre la mesa.

—Eso y eso...—Dijo para si mismo. —¿Que más lleva? A ver...

Volvió a ver su celular. En ese instante se le ocurrió mandarle un mensaje de buenos días a Paul, luego volvió a la página vegetariana y acomodó los ingredientes en fila. Quería darse prisa antes que Julian despertase, pero ya lo había hecho.

Julian estaba levantándose de la cama con sumo cuidado, aún le dolía todo el cuerpo, en especial la cabeza y costillas. Con la mano acercó la silla y la acomodo de modo que le fuese más fácil sentarse, cuando lo logró se echó a la silla y la dirigió a la puerta. John por su parte estaba poniendo música, Keith Jarrett, para ser específicos.

—¿Es...? —Julian se preguntó a si mismo. Ese maldito álbum lo amaba más que su vida misma, era un fanático enloquecido por Keith Jarrett, sabía cada canción, cada letra, por él deseaba convertirse en un músico. Nunca había podido comprarse una guitarra por el mero hecho de la vergüenza, no era de pedirle cosas a su papá, aparte, no se veía con un gran futuro. Abrió la puerta y lo primero que observó fue a John en la cocina. Se acercó al mayor y se puso frente la barra. —Hola.

John dió un pequeño grito del susto y miró a su hijo.

—Me asustaste. —Dejó su celular enseguida y le sonrió. —Estoy haciendo el desayuno.

—Ya lo noté. —Vió los ingredientes y luego a John. —¿Esparragos?

—Si, voy a hacer un desayuno vegetariano.

—Si lo estás haciendo por mi, quiero decirte que ya no me importa. Yo era vegetariano por papá...ahg, por Paul.

—¿Nunca nació de ti? Digo ¿La naturaleza y esas cosas?

—Bueno... también, pero fue más porque papá así me crío, bueno, Paul y Peter.

—Entiendo...hum..¿Entonces quieres probar algo más?

—Si no te molesta...

—Esta bien. Dame tiempo de hacer algo más, por el momento puedes jugar con el Xbox.

—Esta bien. Por cierto, Paul no te ha dicho nada de mi celular, me urge hablar con mi mejor amigo.

—Mmh, no. Pero le puedo escribir.

—No, no. Creí que lo iba traer para dármelo, pero no creo que se lo quiera dar a alguien que no es su hijo...

—Julian, ese no es el caso. Paul no es así.

—¿Tu lo conoces mejor que yo?

—Entonces dime ¿Es así? —John lo miró directo a los ojos, cruzando los brazos y con una mirada sería.

Julián esquivó la mirada y decidió ir a la sala para jugar al Xbox. Su mirada aún recorría la casa, pudo ver algo que no estaba antes: un toca discos, enseguida estaba la caja del vinil que tanto había deseado.

—¿Dónde lo conseguiste? —Preguntó desde el otro lado.

—Conseguí ¿Qué?

—El vinil de Keith Jarrett.

—Ah, un amigo me lo dió. El que estaba aquí la vez pasada.

—¿Y no sabes dónde lo consiguió él?