Juliana
Al bajar del coche ayudo a Sofía con Valentina, la acompaño hasta su habitación y, cuando la dejo en la cama, ésta se despierta. Me mira y sonríe.
—Hola, guapis...
—Hola, Valentina. Descansa. Buenas noches.
—¿Ya no me deseas?
La pregunta me sorprende.
—¡Estás borracha!
—La primera vez que te acostaste conmigo también estaba borracha y no pusiste ninguna objeción —replica ella, seductora—. Y, además, hoy también está Sofía... A lo mejor podemos hacer un trío, ¿o acaso crees que no me di cuenta de cómo le mirabas las tetas ayer?
La susodicha me mira sin saber muy bien qué decir. Creo que está tan perpleja como yo por la actitud de su amiga.
—Valentina, déja, por favor... —le pido, aturdida.
—¿Por qué? Ya no te gusto... ¿Así no te gusto? —insiste, y se abre la camisa tirando con brusquedad, arrancando todos los botones, que salen disparados por la habitación.
Su amiga, al ver que comienzo a incomodarme, la insta a que se tape.
—Tiny, te lo ruego, estate quietecita, si?
—Déjame. Tú tienes la culpa... No quiere acostarse conmigo por tu culpa —lloriquea como una niña pequeña.
Decidí marcharme; esta situación es surrealista.
—No te vayas. Te necesito... —sigue con sus llantos.
Esto me está superando, ¡Mierda! No sabe que yo sí que la necesito, pero no así, no cuando sé que mañana no se acordará de esto. No cuando su amiga está con ella...
¡Maldita sea!
Quiero drenar, darle un golpe a algo, pero decidí calmarme, porque no voy a solucionar nada. Antes de entrar en mi cuarto, Sofía me intercepta.
—Lo siento...
—No es culpa tuya —le contesto, enervada.
—No lo digo por esto, sino por lo que dije antes de montar en tu coche..., lo de la locura. Sabía que esto podía suceder, pero no por ella, sino porque no confiaba en ti, pero me equivoqué. De verdad que lo lamento. Voy a quedarme a dormir a su lado, le dió por llorar.
—Ok, esta bien... Espero que puedan descansar. Buenas noches.
—Gracias. Buenas noches.
Me meto en mi habitación y, antes de acostarme, me doy una ducha para relajarme un poco; espero que el agua tibia calme mis nervios.
Valentina
La cabeza me va a estallar.
«¿Por qué tendré que beber sin conocimiento? —pienso cuando me despierto—. Juro solemnemente que es la última vez que lo hago.»
«¡Ja! Y voy yo y me lo creo.»
Pues también es verdad. Eso siempre se dice cuando uno tiene una resaca de mil demonios, y luego se olvida cuando se bebe la siguiente vez.
Me doy media vuelta y me encuentro a Sofía estirada en mi cama. ¿Qué diablos hace ella aquí? Estoy intentando hacer memoria, pero es que no me acuerdo de cómo llegué a la habitación. ¡Dios, qué exasperante es esto! No me extraña que la otra vez olvidara haberme acostado con Juliana... Mis borracheras cada vez son peores, ¡qué pena!
«Al final voy a cumplir mi juramento.»
«A ver si es cierto...»
¡Uff! Qué mañanita lleva mi conciencia. Lo que me faltaba... con lo que me duele la cabeza. Para colmo Sofía emite un sonoro ronquido y le doy un codazo para que se calle. Se despierta, sobresaltada.
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Mi Granjerita (Terminada)
FanfictionValentina acaba de perder su empleo en la clínica veterinaria, pero está decidida a retomar sus estudios y finalizar de una vez por todas su carrera, sin embargo se deja embaucar de nuevo por su amiga Sofía para trabajar en una granja en Tepoztlan...