Salí de la cocina y, aunque sentirla tan cerca ha provocado de nuevo estragos en mi cuerpo, fui un poco bruja al dejar que mi lado maligno la ponga en su lugar. No quiero que piense que me gana la batalla.
«¿Un poco bruja? Cruella de Vil a tu lado es una santa.»
«No exageres, veveh, no exageres.»
Sólo la estoy poniendo en su sitio; no me gusta que crea soy vacía y maleable. Yo tengo mi carácter.
«Tienes un mal carácter de mil demonios, guapa.»
«Lo que tú digas, pero te recuerdo que eres mi conciencia y, que yo sepa, eres parte de mí, así que te lo gastas igual o peor que yo.»
Por fin se calla; lógico, porque tengo razón..., pero, bueno, no pasa nada.
Está claro que con Juliana tengo un gran trabajo por delante; es tan necia como yo y por eso chocamos tanto, pero creo que, si llegamos a ser algo, podremos encontrar un punto medio en el que las dos cedamos... o eso quiero pensar, por el bien de nuestra relación.
Con ese pensamiento me voy a la granja y trabajo un poco, echando primero un vistazo a las cabras y a los cabritos, necesito saber del ordeño y busco a Gonzalo, pero no lo encuentro. No sé dónde se ha metido. Debería haber regresado ayer de la feria junto a los demás, pero es posible que haya ido a realizar algún recado, por lo que no me molesto y comienzo a revisar a los demás animales, aunque me gusta que él esté conmigo porque conoce mejor su estado. De repente me topo con un pequeño radiocasete. Lo miro, atónita. Hacía muchísimo tiempo que no veía uno.
¡WTF!!!!, esto como de la época de... no sé, pero es viejisimoooo! Eso lo usaba mi mamá. Seguramente ni funcione. Me acerco y lo enciendo con decisión. Al darle al «Play», para mi sorpresa, comienza a Stayin' Alive, del grupo Bee Gees, sin pensarlo dos veces, cuando suena el estribillo, comienzo a tararearlo y me pongo a bailar como una posesa en medio de las cuadras, sin pensar en nadie más.
—Ah, ha, ha, ha, stayin' alive, stayin' alive
Ah, ha, ha, ha, stayin' alive
Y, así, sigo cantando y bailando al son de la música, viviendo la canción. Cada segundo que pasa, más se mete el tema dentro de mí y más sentimiento le pongo... hasta que está terminando y yo sigo entonándola:
— Ah, ha, ha, ha, stayin' alive
Me doy la vuelta con todo el flow y el arte que mi mamá y Sofi me han enseñado, y entonces veo a Gonzalo, junto a Juliana, mirándome impresionados, sobre todo mi jefa, con una expresión entre el asombro y el enfado.
—Yo... lo siento... —me disculpo, avergonzada.
—Nada, Señorita —Me dice mi ayudante—. Creo que a todos los del grupo ese les hubiera gustado mucho esta versión de su canción. Le dio un toque diferente —concluye con gracia.
No sé si darle las gracias o mandarlo a la mierda por igualado, pero la culpa es mía por exhibirme de esa manera. Si es que a mí me ponen una musiquita pegajosa y me entra un no qué, en el cuerpo y me pierdo, para qué negarlo.
—Gonzalo, voy a terminar de echar un vistazo al ganado, ¿me ayudas?
—Claro, y puede que baile otra musiquita—me pide con disimulo.
—Pues creo que no... Ya hemos tenido suficientes bailecitos por hoy —interrumpe nuestra conversación Juliana, obviamente seria y cabreada.
No sé por qué lo dice, si porque realmente, pero, vamos, que es cosa mía, aunque no vaya a hacerlo.
—Otra vez será... —respondo para quedar bien.
Tengo claro que no voy a bailar para Gonzalo, pues no voy a dar pie a otra batalla campal entre un empleado y Juliana. Gonzalo y yo hablamos sobre los problemas de una vaquita y después me marcho a tomar un segundo café. Juliana me intercepta antes de que pise la cocina.

ESTÁS LEYENDO
Mi Granjerita (Terminada)
FanfictionValentina acaba de perder su empleo en la clínica veterinaria, pero está decidida a retomar sus estudios y finalizar de una vez por todas su carrera, sin embargo se deja embaucar de nuevo por su amiga Sofía para trabajar en una granja en Tepoztlan...