12- Claire - ¿Por qué nunca puede irme bien en el amor?

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¿Por qué nunca puede irme bien en el amor?

 Alguien que me dé algún consejo para no pararme en este instante e irme de esta cafetería.

Llevo una hora... UNA HORA... esperando a que Dylan se digne en aparecer, pero nada de nada hasta ahora y eso me pone de peor humor.

No miento al decir que, por pena, tuve que pedir bocadillo tras bocadillo después de haberle dicho a una de las meseras que me esperara unas cinco veces. De hecho, también vi ya varios videos en YouTube con tal de distraerme un poco; Kyrre ha estado pendiente de mí desde que salí del edificio, y lo que hizo fue mandarme el link de un partido de fútbol de la liga mexicana, van cuarenta y cinco minutos y hasta ahora, al menos, no ha estado nada mal, de hecho ha sido el mejor que he visto hasta ahora. Y al final terminé por descargar el juego de Clash of Clans. No podía madrearme a Dylan, así que desquito mi odio con los esqueletos.

Quince minutos después ese ser nefasto seguía sin aparecer.

—Aquí tienes tu tercera botella de agua —me dijo una mesera al llegar.

—Gracias —solté un suspiro al tomarla.

—¿Seguirás esperando a alguien? —sacudí su cabeza —. ¿Porque si esperas a alguien o no?

—No —negué y solté una risa amarga —. Solamente estaba esperando a que mi mamá saliera del banco que está aquí enfrente —me puse de pie —. Pero por suerte está allí afuera... Voy a cancelar ya.

Al llegar al mostrador y poder pagar la cuenta que, por cierto, me saldrá carísima, sentí cómo mi pierna se comenzó a mover deprisa debido a la frustración y enojo que llevaba encima y que aumentaba cada segundo más.

Miré hacia un lado y vi cómo dos personas se me quedaron viendo con ojos compasivos y me dedicaron una sonrisa amigable. Creo que en el fondo sienten lástima por mí porque efectivamente me dejaron plantada y se dieron cuenta de eso. Genial.

Lo peor de todo es que Dylan ni tan siquiera me había mandado ningún mensaje desde ayer ni nada... Y eso me da coraje, ya que no hay señales de esa detestable persona. Porque sí, Dylan se acaba de convertir en eso para mí ahora.

—Aquí está su ticket de la cuenta —me lo extendió una chica más joven que yo, la cual me miraba a cada instante y soltaba risas para nada agradables, sino que burlescas.

Al ver la cuenta mis ojos se abrieron tanto al darse cuenta de que tenía que pagar casi treinta dólares.

—¿Me pagarás ya? —me miró con una ceja alzada.

—Sí —respiré pesado y le extendí los únicos tres billetes de diez dólares que tenía para la semana.

La mesera que me atendió antes me miró, pero sonriendo de lado me extendió un chicle.

¡Ay no! ¡Qué vergüenza!

—Vuelve más seguido, chiquilla —la otra que cobraba me miró —, estoy segura de que nos harías millonarias acá de tanto que gastas —rio.

No explotes, Claire.

Lo único que hice fue sonreírle de manera fingida a la chica y darme la vuelta antes de que notara lo cabreada que me hizo sentir.

En mi vida vuelvo a entrar aquí otra vez.

Cuando estaba a punto de abrir la puerta, alguien más se me adelanto; por lo que levanté mi cabeza de inmediato —aún con la esperanza de encontrarme con Dylan —, pero para mi enorme sorpresa no se trataba de él, sino más bien de... Conan y algunos de sus amigos, quienes me miraron despectivos y entraron al lugar ignorándome como siempre han hecho.

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora