34- Claire - Nubes grises

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Nubes grises

Queda poco, cada vez es menos, ya casi me despido de mi verdadero amor para siempre.

Ya estamos fuera de la casa de Dylan, y yo pues..., yo no me quiero ir.

Batallar conmigo misma antes de realizar algo, siempre lo he odiado, pero sé que al menos esta vez servirá para algo: Ambos cumpliremos nuestros sueños.

—¿Quieres que te lleve? —me preguntó Dylan.

—No hace falta —le sacudí mi cabeza y le coloqué una mano en su mejilla, viéndolo a los ojos color verde que tiene y que tanto extrañaré —. Gracias.

—No tienes que agradecerme por lo de hoy...

—No es solamente por lo de ahora, es... por todo.

Fuerte, tengo que ser fuerte y evitar derrumbarme más de lo que ya lo he hecho frente a él. Ya no puedo, pero resisto.

—Te amo, Dily —le di un beso.

—Y yo a ti, Clairy.

Y me di la vuelta. Bajé las escaleras y me giré hacia él para verlo por última vez...

Verlo parado en esa puerta azul tan relajado, me hace querer morir.

En mi mente dije unas palabras tan crueles, pero reales:

"Tú nunca lo sabrás, pero ese te amo fue mi despedida".

No había más nadie y ya estábamos metidos en el coche de mamá. Nos lo había prestado porque Kyrre le rogó, no porque de ella no nace.

—¿Estás... segura de esto? —Kyrre miraba hacia el frente.

—Sí —respondió en voz baja.

—Claire...

—No, Kyrre, no digas más nada... Yo ya tomé mi decisión.

—Tenemos que irnos ya, Claire —comentó Lina —. Es tarde y su vuelo sale temprano.

—¿Qué vuelo?

Escuchamos una voz extra en el coche que nos hizo dar un buen brinco.

—¡AAAAAAAH! —gritamos los tres.

Kyrre prendió la luz y nos dimos cuenta de que Phoebe estaba metida ahí con nosotros para asustarnos. Y vaya que lo logró, pero... ¿escuchó lo que estábamos hablando?

—¿Qué vuelo? —repitió.

—El mío —le contestó Lina —. ¿Tú cómo entraste acá? —le preguntó para desviar el tema.

—Nunca duden de lo que soy capaz de hacer con tal de asustar gente... Pero, no me cambien de tema que no soy tonta. Tú dijiste otro vuelo antes que el tuyo... —nos miró a todos con su ceño fruncido —. ¿Qué demonios sucede acá?

—Nada, Phoebe —habló Kyrre —. Lina dijo "su", pero quiso decir mi vuelo... Yo viajaré.

—Sí, claro —rodó sus ojos —. Menos mal eres hombre, no sabes ni mentir. Jacob, salgan ya.

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora