10- Claire - Ya no tienes 16 años, Claire

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Ya no tienes 16 años, Claire

Mañana saldré con Dylan y estoy que chorreo felicidad y nervios al mismo tiempo.

Aún no sé cómo es que Dylan se ha fijado en mí, si no soy la clase de chica del montón. Yo soy muy consciente de que soy aburrida, me da vergüenza casi todo y ni tan siquiera sé cómo arreglarme bien. Y no sé si en verdad soy linda, saben. Aún no logro llegar a esa parte de mi vida en la que comienzo a aceptarme tal cual y como soy y ser feliz por eso.

Es que, simplemente no me lo puedo creer; no puedo creer que vaya a salir con alguien después de tanto tiempo esperando por esto, que me parece irreal; es como estar en un sueño del cual no quieres despertar para que nunca acabe.

Me he fijado muy bien en cómo es Dylan, y no me refiero al aspecto físico, sino que, he visto en este poco tiempo lo buena persona que es. Y eso, muchas veces, vale más que mil rostros bonitos... Aunque su rostro sí es bonito también, claro. Y sus ojos verdes que tanto lo caracterizan lo son aún más.

—Es una cita, no lo niegues —mi prima está conmigo sentada en un taburete.

—Es una salida de amigos.

—Que se convierte en una cita.

—No lo es —le puse los ojos en blanco.

—Muy bien, no lo es —puso sus manos en sentido de rendición —. Pero, tus ojos brillando y tu pierna moviéndose rápidamente me insinúan otra cosita.

—Te odio —paré de mover mi pierna y le puse mala cara.

—Tú odias a todos porque siempre tienen la razón.

—¡Vámonos! —Gritó mi madre. Ya era hora de cerrar la heladería.

—Negar todo no te sirve de nada. —Soltó una risita y se puso de pie.

Caminé detrás de ella y apagué las luces.

Cuando cerré la puerta, alguien chocó conmigo, por lo que me quejé en voz baja porque me había dolido el pequeño golpe.

—Lo siento, en serio, no te vi.

Me giré de inmediato para ver a la persona, pero sonreí al final de todo al ver que se trataba de un chico de cabello oscuro.

—No te preocupes.

—¿Tú trabajas aquí? —señaló la heladería con emoción.

—Eh, sí... trabajo aquí.

—Qué guay —sonrió más animado —. Dentro de poco, con mis amigos, vamos a venir a celebrar un cumpleaños.

Así que es uno de los amigos de Dylan.

—Oh —levanté mis cejas —, pues espero verlos pronto.

—Igual. —Caminó de nuevo, pero se detuvo para decir —: ¿Cómo te llamas?

—Soy Claire.

—Claire —repitió en voz baja —. Así que tú eres Claire —sonrió —. Yo soy Jacob, mucho gusto —me extendió su mano.

—Igualmente —acepté su mano y le sonreí, solo que ahora me puse un poco nerviosa.

—Vale, no te quito más tu tiempo. Que te vaya bien, Claire.

—Que te vaya bien igual, Jacob.

Jamás había visto o escuchado ese nombre. Pero, viéndolo de otra manera, tal parece que él sí sabía quién era yo, y eso solo me hizo saber de que, probablemente, Dylan ya le ha hablado sobre mí.

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora