Ya no tienes 16 años, Claire
Después de tantos días en los que estuve contando hasta casa segundo del reloj, por fin mañana saldré con Dylan. Y eso me pone de buenas, pero siento muchos nervios de igual forma.
Y es que simplemente no me lo puedo creer; no puedo creer que vaya a salir con alguien después de tanto tiempo esperando por ello. Me parece tan irreal; es como estar en medio de un sueño del cual no quieres despertarte para que nunca termine.
En este poco tiempo, me he fijado muy bien en cómo es Dylan, no me refiero a su aspecto físico sino a que he notado que es una buena persona. Es por ello por lo que también he logrado crear un tipo de vínculo con él, ya que media vez alguien no me genere confianza es mentira que voy a poder hablarle. Y el cómo es él me hace saber que es de las personas en las que puedes confiar y que no te va a decepcionar. Y es que muchas veces vale más un corazón bueno que mil rostros bonitos... Aunque su rostro sí que es bonito, ajá. Y lo que más me han gustado son sus ojos verdes, ya que lo caracterizan tanto.
Aún no sé cómo es que él se dio cuenta de mi existencia, si no soy la clase de chica del montón. Yo soy muy consciente de cómo soy: y a veces soy aburrida, me avergüenza la mayoría de cosas, y ni tan siquiera sé si en verdad soy linda o no. Sigo sin lograr verme bien del todo.
—¿Qué te pasa? —me preguntó Ginny.
—Nada —le contesté seria.
—¡Ay ajá! —rio —. Aunque no lo creas, te conozco bien. Y sé que ocultas algo.
—Bien, si tanto lo quieres saber, pues... mañana saldré con alguien.
No obtuve respuesta inmediata de su parte, por lo que me giré para verla, notando que su cara era un reflejo de malicia y picardía.
—Ya puedes burlarte —le di acceso.
—¿Por qué piensas que quiero hacerte burla por eso? —juntó sus cejas.
—Porque yo también te conozco.
—Pues te equivocas —apretó mi cachete fuertemente —. La verdad es que estoy sorprendida, no sueles contarme nada de eso nunca.
—Tal vez porque no pasa casi a diario.
—Buena esa —hoy sí rio —. Es una cita.
—No, no lo es —rodé mis ojos.
—Es una cita, no lo niegues —dio vueltas en el taburete.
—Es una salida de amigos.
—Que se convierte en una cita.
—¡Qué no, niña necia! —le puse los ojos en blanco.
—Muy bien, no lo es —puso sus manos en sentido de rendición —. Pero, tus ojos brillando y tu pierna moviéndose rápidamente me insinúan otra cosita.
—Te odio —paré de mover mi pierna y le puse mala cara.
—Tú odias a todos porque siempre tienen la razón.
—¡Qué día! —mi mamá salió de la cocina —. ¿Y Kyrre? ¿Ya se fue?
—Ni saludos te dejó —le dijo Ginny.
—¿Está saliendo con alguien? —me preguntó.
—Sorprendete cuando no esté saliendo con nadie.
—Todos los días le pido al Señor que por favor Kyrre no me haga abuela tan pronto.
—Tiene veinte años, ya no cuenta como padre adolescente —chistó Ginny.

ESTÁS LEYENDO
¿Te quedas conmigo?
Roman d'amourDylan Harper, un estudiante universitario que sueña con ser animador digital, busca dejar atrás un pasado lleno de sombras. Claire Avery, una joven reservada que trabaja en la heladería de su familia, sueña con escapar y dedicarse al diseño de modas...