26- Claire - Escribiendo mis deseos a tu lado

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Escribiendo mis deseos a tu lado

Me levanté temprano, porque Dylan y yo iríamos al parque, porque no saben lo hermoso que está; cubierto de nieve, decoraciones navideñas por doquier y un clima... increíble.

—¡Claire! —escuché a mi mamá gritar con angustia y salí rápido.

—¿Qué pasó?

—Me puedes explicar... ¿qué hacen estas pastillas aquí? —me mostró la caja, la cual temblaba un poco por lo nerviosa que estaba.

—Es que, ayer tenía alergia, si te diste cuenta de eso y me viste. Bueno, pues al llegar aquí no aguantaba nada, así que, Dylan me trajo y me tomé una, una mamá, te juro que fue solo... una, que si la sacas te darás cuenta de eso —lo hizo para comprobar, pero respiró un poco menos agitada ahora —. Y se me quitó. Te lo juro que esta vez tomé una, pero... para estar... bien.

—Perfecto —suspiró —, pero nunca vuelvas a tomar una sola y sin mi autorización, ¿estamos?

—Ok —le sonreí —. Estoy bien, mamá —la tomé de los brazos —. No me afectó en nada, es más, me ayudó, por primera vez.

—Confío en ti, Claire. Es solo que, yo jamás quisiera volver a pasar por lo mismo.

—Y no pasará, te lo aseguro —la abracé.

—Yo sé que será así. Que jamás nos harías pasar por lo mismo a todos... todos los que te vimos así de mal.

—Yo tampoco quisiera que sufrieran por mi culpa, de nuevo.

—Muy bien, mi Claire.

—¿Puedo... salir?

—Claro, ¿con quién?

Alcé una ceja divertida.

—A ver, para empezar, Kyrre no sé dónde está metido o... con quién —hice una mueca — y no queda nadie más, ya que Lina tiene sin aparecerse por aquí desde hace meses —hice un puchero ahora —... Así que, ¿con quién crees tú qué saldré, si ya no tengo más opciones?

—Estaba bromeando —rio —. Sé que vas a salir con Dylan. No es como que tengas más personas a las que les hables.

—Voy a fingir que eso no me hizo sentir algo mal —rodé un poco mis ojos.

—Iré con Dylan al parque un rato.

—Bien, tengan cuidado —besó mi frente —. Te amo, hija.

—Y yo a ti.

☁️☁️☁️

—¡Ven! —le grité a Dylan para que me siguiera.

—¡Claro, para ti es tan fácil decirlo! —Estuvo a punto de caer y se quedó quieto en su lugar.

Estamos patinando en medio del lago congelado del parque. Mismo parque en el que nos conocimos. Qué nostalgia da.

Lloremos.

Dylan ha estado a punto de caer muchas veces, pero se pone en modo: Si no me muevo no me caigo. Pero da tanta risa verlo al borde del colapso. No es que me burle del miedo ajeno, bueno en parte sí, pero es que la gente sabe que tu eres burlona y no colaboran, vea.

—¡Agárrame! —lo sostuve por los brazos y me abrazó, sus pies se seguían deslizando por el hielo resbaloso.

El lago del parque está congelado, así que todos vienen acá a patinar sobre él, y eso es muy divertido. O al menos es divertido para las personas que sí podemos sostenernos sobre él, porque para los otros —como Dylan — hacerlo es como ponerlos a cumplir con algún castigo.

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora