¿Te quedas conmigo?

22- Claire ‐ ¿Tú quedaste en las nubes?

¿Tú quedaste en las nubes?

Cuando llegamos al club en el que tocaría la banda, ya todos se encontraban ahí, por lo que caminamos hacia una enorme mesa.

—Gente, qué bueno que ya vinieron —Roger se levantó y nos saludó —. ¿Y qué hace esta niña aquí? —miró a Grace.

—Yo no soy ninguna niña, idiota —le rodó sus ojos.

—Y con una boquita desquiciada —se rio —. Pagaría demasiado para ver a la señora Hope cuando te escuche.

—¿Sabes qué? Yo no vine aquí para seguir escuchando más sermones, y por eso, permiso..., a todos —rodó sus ojos y se fue.

Uy no, se imaginan tener a una hija así de molesta y malcriada como Grace... Jamás desearía eso a nadie. Y menos a mí.

—Grace tiene peor carácter que su prima —sacudió su cabeza.

—¡Hey! —me quejé cuando Roger dijo eso.

—¿Qué? —me miró —. Yo no especifiqué. Yo lo decía por Ginna.

—Sí, claro... —Sacudí me cabeza —. Él es Dylan —se lo presenté. Aunque, creo que fue una estupidez de mi parte, porque ellos ya se conocían.

—Sí, Claire —se rieron —. Ya conozco a este chico.

—Y yo también —habló Kurt.

—Le digo a Claire que no sé cómo es que tenemos hasta los mismos amigos en común, pero nosotros nunca nos conocimos de igual forma antes —les dijo Dylan.

—Y aun así, yo en mi vida te había visto igual —Kyrre rio.

—Ni mucho menos sabíamos que eran primos —hablé.

—¿Aún con el mismo apellido no habías caído en que lo somos? —me preguntó Kurt.

—Pues, no, la verdad no.

—Tienen casi la misma cara —los señaló Roger —. Es imposible no confundirlos. Y míralos: ojos del mismo color.

—Sí nos parecemos algo, pero Dylan se parece más a su hermano.

—¡Ah, ah! —negó él —. Nop, ahí sí que no.

—¡Ay, por favor! —Kurt me miró —. Espera conocerlo algún día, Claire. Y sabrás que digo la verdad. Y uno de sus sobrinos tiene el mismo cabello que este señorito.

—¿De verdad? —me reí y miré a Dylan.

—Lo de mi sobrino lo aceptó, porque sí. Pero de Gideon, nunca.

—Bueno, entonces ahora podemos formar una familia —Roger pasó sus brazos alrededor de Dylan y Kyrre y vio también a Kurt —. Y ustedes tres quizás sean los cuñados—se rio.

Mi cara se puso de otro color quizás por semejante cosa que había dicho Roger.

Admito que me gustó demasiado, pero no era el momento adecuado para sacarlo.

—Antes de que Claire se nos vaya de este mundo —Kurt me dirigió hasta mi asiento cuando me tomó de los hombros —, ¿por qué que mejor no nos sentamos todos y esperamos a que salga la banda?

No sé si eso me haría sentir mejor, porque me dejó más expuesta de lo que ya estaba.

Aun así, esperamos un momento a que la banda a la que antes pertenecía Kurt apareciera, porque tal parece que tuvieron un pequeño atraso. Eso, o porque escuchábamos desde donde estábamos sentados muy bien que uno de los miembros no quería salir.