¿Te quedas conmigo?

29- Dylan - Un raro presentimiento

Un raro presentimiento

Era de noche ya y el árbol de navidad junto a las luces de alrededor del parque habían cobrado vida ya. Todo era tan lindo. Un entorno que quieres pasar contemplando por horas y horas y nunca te aburrirías. Era... mágico.

Niños cantaban villancicos vestidos de duendes, otros jugaban en la nieve o corrían donde estaba Santa Claus y su reno a pedir regalos. También se tomaban fotos y disfrutaban mucho.

Yo estaba disfrutando, me siento demasiado feliz. Nunca había experimentado nada de esto; siempre me mantenía encerrado en mi casa junto a Happy, y allá de vez en cuando llegaban mis amigos a visitarme. Pero ahora, justo en este preciso momento, me siento tan feliz de vivir esto junto a mi novia... Mi amada, Clairy.

Si hay algo de lo que estaré siempre agradecido, sin duda será de haberla escogido a ella. Ella es mi mundo ahora y no quiero salir nunca de él.

¿Podría renunciar a cualquier cosa por ella? Claro que sí. Lo haría sin pensarlo.

No me importaría decirle adiós a nada, por ella. Claire es mi sueño hecho realidad, alguien que se ha convertido para mí en mi lugar seguro, la persona por la que siempre agradeceré en conocer.

A veces, me pongo a pensar en la persona que era antes y en la que soy ahora, y en cómo una persona me hizo cambiar tanto para bien, en cómo he mejorado y lo mucho que he sanado. No sabía qué era en verdad el amor en una relación, porque con Genevieve nunca viví tantos momentos así, como con Claire, ya que ella es distinta, completamente diferente. Claire es buena, sencilla, sincera y honesta. Todo lo contrario, a Gen. Claire es mejor.

Escuchar salir de su boca y de lo más profundo de su corazón la palabra "te amo" fue como escuchar una canción romántica, dedicada solamente para ti y para nadie más. Ese te amo me llenó de vida y de querer seguir a su lado por el resto de mis días.

¿Yo la amo? Sí. No puedo ni dudarlo.

Pero ¿qué es amar para mí?

La respuesta es fácil, amar es como una conexión que tienes con alguien, ese sentimiento de explosiones que sientes por dentro cuando la persona que te gusta está cerca de ti. Amar es alegría; una inmensa felicidad de estar con alguien que siente lo mismo por ti. Compartir, lo es igual, porque pasas momentos únicos con esa persona; desde alegría, tristeza y enojo, pero, sabes al mismo tiempo que si ambos se aman, podrán contra todo y todos. Es una batalla, una que ambos vencen a fuerza de bien. Con la fuerza del amor.

Estábamos sentados en una manta de picnic en la fría nieve.

El frío que se siente en las nalgas es mental, people.

Se me podrán estar congelando las nalgas, pero siempre seremos team frío.

—Adoro estar aquí —dijo Lina, mientras comía un hot dog con todas sus ganas.

—Yo extrañaba verte, ha pasado tanto tiempo —Claire colocó su cabeza en el hombro de ella —. Fueron meses horribles sin ti a mi lado.

—¡Stop! —gritó Kyrre —. ¿Y yo qué? ¿Estoy de adorno o qué pex?

—Ky, no es lo mismo, medícate. —Lina le rodó sus ojos y yo le di unas palmadas en su hombro.

—Gracias por siempre apoyarme, cuñadito.

—No hay de qué.

—Bautizo a Dylan como a mi nuevo amigo —dijo orgullosamente.

—Ay, no. Ni vayas a aceptar, eh.

—Tú no decides por él, así que, cállate, Marlene Carolina.

—Jamás —lo apuntó con su dedo — vuelvas a llamarme de esa forma.