Cuando te conocí...
Todas las mañanas voy a un parque que se encuentra cerca de mi casa. Siempre me acompaña mi perrita, llamada Happy. Le puse así porque siempre anda alegre y dando vueltas para arriba y para abajo. Simplemente nunca para.
Ella es mi única compañía desde que me mudé a este lugar de Illinois. En realidad, mi mascota es mi única compañía acá en casa. Y este barrio queda cerca de la universidad, por lo que vivir acá no es tan complicado, o al menos dejó de serlo desde que me acostumbré, y es que tuve que dejar todo en mí antiguo hogar y aprender a sobrevivir en un nuevo sitio solo.
Y esa fue la mejor decisión que he tomado en mis largos 21 años.
Aunque, podría decirse que, salir de la mansión de mi padre fue una de las mejores cosas que he hecho en mi vida, porque por fin pude respirar bien.
Pero, aun sigo creyendo que, ésta no es la vida que yo planeé cuando era pequeño: en la que tenía en mente aún estaba viva mi mamá. Mi madre se llamaba Rosalie, y fue la mejor mujer que pude conocer y que tuve a mi lado. Ella era tan carismática, amable, risueña y caritativa. Y cuando falleció lo único que pude pensar fue en que ya nada sería como antes y que me tocaría seguir avanzando por mí solo.
Vivo en un área residencial bastante tranquila. Mis vecinos se han portado bondadosos desde que llegué y ese ha sido uno de los gestos más amables que me ha pasado desde ese entonces.
Este lugar es tranquilo, así que creo que, por lo mismo, no pasa nada del otro mundo que sea extraño o que sea peligroso. Y eso es algo bueno, ya que yo soy demasiado miedoso en cosas así y si eso pasara, mínimo, entraría en un pánico que me haría rezar todas las oraciones que existen en el mundo para poder tranquilizarme.
De pequeño siempre me gustó ver películas animadas y jugar videojuegos frente al monitor o en el TV. Tal vez y por eso estudio la carrera de Licenciatura en Animación Digital. Escogí esto porque es la pasión de mi vida. Y ver en algún futuro un videojuego o película creada por mí no tendría precio. Lo bueno de esta carrera es que no voy a la universidad todos los días. Ya es mi tercer año y creo que es por esa misma razón que las clases redujeron.
Repaso con mi vista un póster de Mario Bros que está en la pared. Bueno, es uno de los miles que tengo pegados en mi habitación. Me encanta tener adornado mi entorno, digo, al menos así me siento como en casa. En mi antigua habitación tenía hasta juguetes de colección y muchas cosas más. Cuando me mude aquí no pude traerme todo y estos que tengo aquí los he impreso yo mismo en la fotocopiadora. El único que cupo en mi maleta fue mi peluche de Yoshi. Recuerdo que me lo regalo mi padre para mi cumpleaños número ocho y desde ese entonces no he podido vivir sin él. Siempre lo llevo a todas partes y me hace sentir seguro. Me hace sentir que estoy en casa.
La relación que llevo con mi padre no se compara en nada a la que tenía con mi madre. Mi papá es un hombre formal y serio, demasiado centrado en su trabajo relacionado a la política y a querer aparentar que todos nos llevábamos bien y que nada nos falta porque es él el que nos lo da todo. Y eso es algo molesto para mí. No me gusta que las personas cegadas se crean toda la basura que él habla, porque, después, eso me pone demasiado irritado y me dan hasta ganas de querer decirle a todos que nada es cierto.
No es bueno fingir que llevas una vida perfecta en la calle y ser una oscuridad en tu propia casa.
Y, al menos, salirme de casa y venir hasta acá, me ha hecho poder librarme de todo lo que hace mi papá.
ESTÁS LEYENDO
¿Te quedas conmigo?
Romance(LIBRO COMPLETO) (Parte uno de la trilogía Entre las nubes) Dylan Harper, es un estudiante universitario que sueña en cumplir todas sus metas. Claire Avery, trabaja en la heladería de su familia, pero sueña con ser diseñadora de modas. Él es extrov...