Historia de Claire E. Avery Shine
No recuerdo muy bien cuándo fue que a mis padres se les acabó el amor. Solo sé que así están mejor. Lejos uno del otro. No es que sea egoísta al pensar así, pero ¿de qué vale que dos personas estén juntas de manera obligada? No sirve de nada. No funcionan.
Desde que tengo diez años me he subido a un avión y he viajado de Chicago hasta Londres para pasar navidad con mi padre y su familia, y regreso un día antes de año nuevo para estar con mi madre. Es una rutina a la que ya me acostumbré. Complicada, pero ya qué. Si eso los hace felices a ellos, entonces a mí también.
Siempre he viajado con un piloto que me cae super bien. Ha sido mi amigo desde hace mucho tiempo, y lo quiero como a un hermano. Cuando llego a mi destino él se ofrece en llevarme a la casa de mi padre para que no me pierda ni me pase nada malo. Creo que es el único amigo que tengo cuando llego a Londres, pero cuando se va no me queda nadie más, bueno, a excepción de Snowball, porque yo a él no lo dejo nunca. Y mis hermanos no me soportan porque disque mucho los regaño. Y Francely, bueno, sí es mi amiga, pero hay cosas que no le cuento, no porque no confíe en ella, sino porque no me gusta que otras personas carguen con mis problemas y ni que se sientan mal por mis tormentos.
Aquí entre nos: Una vez me gustó un chico alto y de cabello rizado cuando lo vi en una tienda en Londres. Nunca lo volví a ver. Ojalá la vida me pague para bien y algún día me lo tope otra vez.
La vida me ha pegado fuerte. Y, eso que apenas tengo 20 años. Pero, está bien sentirte mal a veces, sabes. Eso te ayuda en mejorar cada día y no cometer los mismos errores. Porque cuando eres joven los cometes seguido. Yo los he cometido... He cometido un montón. Y duele, pero sigues adelante.
A veces piensas que las amistades que tienes duraran para toda la vida, pero no es así. Eso es algo que nos cuentan cada día y nos lo pintan de la mejor manera posible.
Pero, la realidad... La maldita realidad se encarga de darte una lección de vida y te hace separar la fantasía de ella.
Perdí a la mayoría de mis supuestos amigos un día. Perdí al chico que me gustaba. Perdí... todo.
Dicho problema me llevó al vicio: El alcohol. Y esa fue la peor decisión que yo pude tomar para tratar de sanar.
Mi dolor se convirtió primero en desesperación, luego en ansiedad y llegué a la depresión. Me la pasaba llorando a cada rato a escondidas de todos cuando esos bajones emocionales me oprimían el pecho. Porque hay momentos en tu vida en las que quieres explotar, pero no puedes, entonces guardas todo para ti misma y te toca fingir una sonrisa y decir que estás bien para que nadie se preocupe o te tenga lástima. Sentía eso al pensar que nadie me entendía, me comprendía o simplemente porque pensaba que nadie me amaría nunca.
No logro entender aún el significado de la vida.
Aunque, si de algo estoy segura es que, a veces, ella misma te quita a personas para darte otras mejores. Y esto lo sé desde que lo conocí a él. Aunque, no sé cuánto tiempo vaya a durar esta felicidad, este amor. Porque me iré y probablemente lo dejaré y él se olvide de mí. Pero si eso llegara a pasar yo no me arrepentiría de nada. Dylan es un amor de persona y si yo no estoy destinada a estar con él para siempre, sé que la persona que lo encuentre lo será. Será tan feliz como yo lo fui algún día. Dolería, sí, y mucho. Pero sería feliz por él. Aunque eso me destruyera por completo.
El amor duele de muchas formas.
He escuchado eso en todos lados, pero no lo entendí hasta que me tocó vivirlo en carne propia.
Pensar y reflexionar, eso es todo lo que me queda por hacer... Tomar una decisión.
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¿Te quedas conmigo?
Romance(LIBRO COMPLETO) (Parte uno de la trilogía Entre las nubes) Dylan Harper, es un estudiante universitario que sueña en cumplir todas sus metas. Claire Avery, trabaja en la heladería de su familia, pero sueña con ser diseñadora de modas. Él es extrov...