30- Claire - Una decisión tomada

323 67 19
                                    

Una decisión tomada

Mi celular no paraba de sonar, quizás llevaba unas cinco veces ya, pero como siempre lo ando perdiendo, no lo encuentro por ningún lado. Y eso que este departamento no es tan grande, ahora imagínense cuando lo pierdo en casa de mi padre, porque sí, esa casa es muuuy grande. Y es una pesadilla pasar por eso, y más cuando es mamá la que me llama, porque me grita cómo si quisiera perder la voz de por vida.

—¡Por fin! —lo encontré debajo del sillón.

Justo cuando estaba a punto de ver quién me estaba llame y llame, que suena de nuevo.

Claire: —Hola, papá, ¿qué tal? —sonreí nerviosa y oraba en mi mente para que no me regañara.

Dustin: —Cinco llamadas perdidas, ¿crees que no me da cierto tipo de ataque cuando nunca respondes?

Claire: —No sea dramático, usted —me reí —. Es que, lo había perdido, como siempre, ajá.

Dustin: —Deberías de amarrártelo para que eso no pase. Pero, pasando de una cosa a otra, amore bello, ¿ya pensó su respuesta?

No puede ser.

Me quedé como petrificada, esa pregunta me había dejado completamente helada.

¿Qué hago?

¿Qué le digo?

¿Estoy preparada para decir algo?

¿Me estoy precipitando y sería mejor pensarlo más tiempo?

Dustin: —¿Claire..., tas ahí?

Claire: —¿Eh? —sacudí me cabeza —. Sí, sí..., aquí estoy.

Dustin: —¿Entonces?, ¿qué decisión vas a tomar?

Esa pregunta quedó revoloteando en mi mente, una y otra vez. Mis ojos se pusieron llorosos por lo mismo, y sentía cómo mi respiración se volvió pesada. No podía hablar. No podía moverme. No podía hacer nada. Nada más que decir unas palabras, unas que lo cambiarán todo. Que cambiarán mi vida... para siempre.

Llevo soñando durante toda mi vida ser diseñadora de modas, y siempre me he visto siendo una muy famosa y reconocida en el mundo por eso. Y sé que mis padres lo saben perfecto, y también sé que es por eso mismo por lo que mi padre quiere ayudarme para que yo pueda serlo.

Comencé a pensar en estos momentos en todo lo que soy ahora, y en verdad no quiero seguir siendo alguien que reparta helados durante toda su vida. Quiero ser alguien profesional, alguien de bien, alguien que haga lo que más le gusta.

Y a mí me gusta eso.

Y por eso ahora ya sé lo que le diré.

Claire: —Sí. Me iré a Londres. Esa es mi decisión final.

Dustin: —¡Yo sabía que sí querrías! —gritó de la emoción —. Aquí lograrás cumplir lo que siempre has soñado ser.

Sí. Tengo que verlo de esa manera: Todo lo que siempre soñé, puede ser realidad. Mi sueño está a la vuelta de la esquina, estoy a punto de llegar a él. De poder cumplirlo. Este es mi destino.

Dustin: —Te dejo, Claire, tengo que ir a la empresa, pero cualquier cosa nos mantendremos en contacto. Te quiero, hija. Adiós.

Claire: —Bye, también te quiero —colgué.

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora