Nota: Ahora cuando Melody hable o se haga referencia a algo japonés, aparecerá en cursiva.
Capítulo 3: Familia 1/2.
04 setiembre, 2018.
Melody.
Así que es esta situación otra vez.
—Está bien, Melody Shimizu, ¿no?, ella tiene un permiso especial—le restó importancia el profesor, lo que causó un claro disgusto a la causante de aquello. Aunque para mí, de todas formas ella terminaría ganando, después de todo...—. A excepción de ella, todos los demás tienen que saber que lo que dijo su compañera es cierto, ¿quedó claro?
—¡Sí! —respondieron todos.
...terminó volviéndome el centro de atención y de disgusto para todas las demás personas en el salón.
—Bien, como iba diciendo...—continuó sin más.
"¿Una excepción?"
"Ah, no es justo"
"Bueno, es la rarita después de todo"
"Le dan privilegios, que trato tan desigual"
Ruidoso.
Como pude, fui capaz de seguir la clase a duras penas, ignorando como me fuera posible los pensamientos negativos en mi contra hasta que el disgusto les pasó y el tema quedó en el olvido para la mayoría de ellos. Tras eso, como prometió, Emily fue a buscarme durante los recesos y el almuerzo, hasta que finalmente llegó la hora de salida y pude regresar a la tranquilidad de mi casa.
—Bienvenida—fui saludada nada más entrar.
—Estoy devuelta—respondí bajando los audífonos, ingresando al interior luego de quitarme los zapatos—. ¿El abuelo salió?
—Fue a hacer unas compras al mini-mercado, vuelve pronto—me avisó sonriente—. ¿Cómo te fue en clases, Mi-chan*?
—Como siempre—simplifiqué sin mayor emoción—. Iré a tomar una ducha y cambiarme, ya regreso.
Cumplí con lo dicho, ingresando a la ducha en mi habitación y cambiando el uniforme del instituto por algo más casual y cómodo para estar en casa; regresando a la sala para tomar asiento junto a la mujer mayor, subiendo mis pies al sofá y rodeando mis piernas con mis brazos. Mientras recargaba mi cabeza sobre su hombro.
En seguida, mi mente se vio refugiada en paz y tranquilidad, todo el bullicio disminuyó aún más de lo que le había hecho al llegar a mi hogar; encontrando armonía en los pensamientos de los quehaceres de rutina diaria de mi abuela.
—¿Volviste a tener problemas, Mi-chan? —cuestionó pacíficamente sin darme ninguna clase de presión.
Moví los dedos de mis pies—. Otra vez intentaron que me regañaran por usar audífonos—le conté por lo bajo—. Se pusieron muy ruidosos después de eso, fue difícil seguir el ritmo de la primera clase; sus pensamientos eran muy altos.
Las únicas personas que conocían mi habilidad eran mis familiares más cercanos y un antiguo amigo al que no veía hacía muchos años; ellos eran los únicos que estaban al tanto de aquello, pues no me sentía a gusto divulgándolo y mi padre y abuelos estuvieron de acuerdo con eso, por lo que fue necesario inventar una excusa para el resto del mundo. Los humanos temían a las cosas extrañas y alguien capaz de leer los pensamientos, no solo lo era, sino que, además, resultaba desagradable.
"Mi-chan parece desanimada"
—Lo siento, cariño—lamentó acariciando una de mis manos con la suya—. ¿Quieres que el abuelo vaya a hablar con el director nuevamente?
Negué con la cabeza, lamentando un poco el causar preocupación a mi abuela—. No, así está bien—rechacé frotando suavemente mi cabeza contra su hombro, la sensación era agradable—. Solo es un año más, abuela.
"Tan linda"
—Bien, bien, si así lo quieres—respondió pasando a acariciar mi cabeza, gesto que recibí de buen gusto—. Pero no vayas a guardarte todo para ti, aunque sea un solo año, es importante para nosotros que estés cómoda, Mi-chan.
—Sí*—respondí sonriendo levemente. No había como la comodidad y rutina en mi mayormente caótica vida—. ¿Hacemos la cena?
Mi abuela rio, mas, terminó asintiendo con la cabeza y cumpliendo mi capricho.
Con solo mis familiares sabiendo de mis habilidades, fue necesario inventar una excusa en las instituciones a las que asistía, para poder utilizar mis audífonos en clases; así, fue como mi padre en conjunto con mis abuelos maternos, crearon la mentira perfecta. Para los profesores y todos los demás, yo sufría de dos fobias terribles: Misofobia y Antropofobia.
La primera era la fobia a los ruidos fuertes, por lo que los audífonos me ayudaban a mantener la calma ante estos; mientras lo segundo era más un problema de salud mental que trataba del miedo a la sociedad o la gente, desarrollado por situaciones de mi infancia. Lo que explicaba que no me gustaran las multitudes ni mucho menos tratar con otras personas.
Gracias a eso, podía llevar una vida algo más tranquila en el instituto, aunque tampoco era todo bueno, aquello también había causado que fuera apodada como "la rarita", también que algunas personas se molestaran conmigo, debido a los privilegios que tenía; adicional, para aquellos que no estaban al corriente, era una chica engreída que hacía lo que deseaba, con mal carácter y asocial, lo que en conjunto provocó, que no solo no se acercaran sino que, incluso, me evitaran. Aunque no era como si realmente me afectara algo de eso, de hecho, podía decirse que agradecía que mantuvieran su distancia de mí.
"Oh, que buen aroma"
—Huele a curry*, ¿hoy tendremos una cena japonesa? —cuestionó una voz masculina.
—Bienvenido a casa, cariño—le saludó mi abuela alegremente.
"Ya llegó este amante de nuestra comida"
Yo le sonreí—. Bienvenido a casa, abuelo—le saludé también.
Él se rio, dejando la bolsa con compras sobre la mesa—. Sí, sí, estoy en casa—respondió posando entonces una de sus manos en cada una de nuestras cabezas—. Entonces, ¿comeremos japonesa hoy?
"Melody se ve contenta, si comeremos japonesa quiere decir que está de buen humor, que bien, me preocupaba que algo hubiera sucedido"
Amplié mi sonrisa. Mientras tuviera a mis abuelos, no necesitaba nada más en el mundo.
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Glosario.
-chan: forma japonesa cariñosa para referirse a otra persona, también es usada para referirse a niñas jóvenes.
Sí: Aquí Melody habla en japonés utilizando un respetuoso para dar una afirmación.
Curry: plato japonés popular.
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Your Voice [TERMINADA]
RomanceEscuchar los pensamientos de los demás, es el super poder que a muchos niños les gustaría tener; suena genial y poderoso. Así que es natural que surja entre las conversaciones de los más pequeños. Pero una vez lo tienes, no te parece tan genial. Al...