Your Voice [TERMINADA]

T R E I N T A Y U NO

Capítulo 31: Silencio.

31 mayo, 2019.

Melody.

¿Estoy soñando?

Costaba creer lo que estaba sucediendo. En un momento me estaba dirigiendo a casa de Harper para darle una sorpresa, y en el otro, él se encontraba a cuclillas frente a mí, haciéndome una confesión; con sus manos colocadas sobre mis audífonos, por los que sonaba la canción que el rubio me había obsequiado por mi cumpleaños.

—¿Melody? —me cuestionó cuando solo hubo silencio de mi parte ante sus últimas palabras—. Dime algo, por favor, cualquier cosa, incluso si es para rechazarme, insultarme o maldecirme, no me molestaré.

—Tú...—sacudí mi cabeza ligeramente, aún confundida y pasando a dejar salir las palabras por mi boca conforme aparecían en mi cabeza—. Si esto es una broma, no es gracioso, Harper.

—No es una broma, estoy hablando enserio—aseguró enseguida, sin ninguna clase de titubeo—. Mírame a los ojos, ¿de verdad crees que bromearía con esto?

No, no lo creía, pero tampoco podía asegurarlo, era demasiado confuso—. ¿Te enamoraste de mí? —terminé preguntando, aún incrédula—. ¿Por qué? No tengo nada especial*.

—¿Qué por qué...?, Melody, por supuesto que hay muchas cosas especiales en ti—aseguró él acercándose un poco más, de forma que nuestros rostros quedaron muy cercas el uno del otro—. Y aunque no lo hubiera, yo seguiría enamorado de ti, no existe un porqué específico, un día solo me di cuenta de que me había enamorado; de cada aspecto, de cada faceta, de todo tú. ¿Por qué?, no hay nada especial*.

Y ahora me habla en japonés.

—Pero tú...—balbuceé confusa.

—Solo respóndeme algo, Melody—me interrumpió, sin apartar su temblorosa mirada verde lima de la mía—. ¿Tú también sientes algo por mí o esto es totalmente unilateral?, prometo que no insistiré más en ello, solo respóndeme eso.

¿Que si sentía algo más por él?

Lo hacía. Lo hacía y era consciente de ese hecho desde el día en que me di cuenta de que me separaría de él cuando se marchara a la universidad; lo sabía incluso cuando acepté regresar a Tokio y fui consciente de que eso impondría una distancia aún mayor entre nosotros y nos dificultaría encontrarnos en el futuro. Era un sentimiento tan fuerte e indescriptible, que solo lo pude relacionar con el amor.

Pero no dije nada, por miedo. Y ahora que era él el que me lo estaba diciendo, no podía creerlo. Era demasiado bueno, demasiado irreal, para ser cierto.

Si tan solo pudiera leer sus pensamientos para poder estar segura, pero la música...

Corté aquel pensamiento de golpe. ¿Necesitaba leer sus pensamientos para estar segura?, ¿por qué?, ¿alguna vez me había mentido, engañado o molestado Harper con un tema serio como ese?, ¿alguna vez lo había hecho otra persona?

No, eso no había pasado. Entonces, ¿por qué necesitaba leer sus pensamientos?, ¿no podía deducir por mí misma si decía o no la verdad?, ¿si eran o no sinceras sus palabras?

Volví a enfocarme en su mirada. Aquella mirada que encontré una vez por casualidad en la clase, una mirada que siempre me había visto con cariño; una mirada, que pertenecía a alguien que me había aceptado con cada uno de mis defectos, que se había mantenido a mi lado, que me había ayudado a abandonar mis miedos. La mirada de la que me había enamorado perdidamente en tan solo un año.