E P Í L O G O

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Epílogo: Catorce años después

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Epílogo: Catorce años después.

20 diciembre, 2036.

Harper.

—¿Y qué pasó después? —quiso saber con emoción la pequeña rubia—. ¿Atrapó el ramo?

—Dah, es obvio, Haruko—le respondió el castaño a su lado, observándola con sus ojos de verde lima—. Están casados, es claro que mamá atrapó el ramo y tuve que aceptar a papá.

Me reí, arreglando las sábanas de la niña de ojos amelados para luego sacudir el cabello del pequeño castaño—. De hecho, tu madre no atrapó el ramo—le informé con diversión, sacudiendo mi cabeza—. Ella nunca se caracterizó por ser buena coordinando, ya saben, mamá es un poco torpe.

—Pero tú y mamá se casaron poco después de la tía Emi, ¿no? —señaló la rubia sujetando un oso de peluche entre sus brazos—. Si mamá no atrapó el ramo, entonces, ¿cómo lo hiciste?

—Porque tu padre tenía un impresionante poder de convencimiento—intervino una voz femenina. Tanto los niños como yo, volteamos hacia la puerta, desde donde una mujer con rasgos orientales y un largo cabello castaño se acercaba a nosotros—. Pensé que dormirías a los niños.

Le sonreí, observándola sentarse al lado del castaño para hacer lo mismo que momentos antes, hacía yo con la sábana de la rubia—. En eso estaba—le aseguré—. Les contaba un cuento.

—¿En serio? —cuestionó enarcando una ceja—. Niños, ya hay que dormir, nos espera un largo viaje mañana.

—Fue Haruko la que empezó a preguntar—se quejó el niño, escondiendo la mitad de su rostro bajo la sábana—. Yo le dije que debíamos dormir, pero ella nunca escucha.

—¡Mentira, Akira también quería saber! —lo acusó su hermana menor—. ¡Papá!

—Bueno, bueno, no vamos a discutir—los calmé—. Mamá tiene razón, es hora de irse a dormir.

—Ah, pero ¿no terminarás de contar la historia? —preguntó sobresaltado Akira, para luego sonrojarse—. Digo, Haruko no me dejará dormir en paz hasta no saberlo.

Reí y volteé a ver a su madre, quien suspiró con resignación—. Bien—accedió—. ¿Dónde se quedaron?

—Papá nos dijo que no atrapaste el ramo—le contestó Haruko—. Pero ustedes se casaron poco después, ¿cómo logro papá que aceptaras?

—Bueno, resulta que ese día, su papá, de hecho, llevaba consigo el anillo de compromiso—le contestó ella pacientemente—. Y luego de dedicarme la más hermosa de las canciones y decirme unas muy bonitas palabras, me volvió a pedir que me casara con él; claro, sus tíos sabían de ello, incluso ayudaron a planearlo todo, lo del ramo era solo un extra para asegurarse de que no lo iba a rechazar. No lo atrapé pero su padre quiso arriesgarse.

Your Voice [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora