V E I N T I T R É S

294 47 6
                                    

Capítulo 23: Formas de ayudar.

06 abril, 2019.

Harper.

—¡¿Hasta que horas planeas quedarte ahí encerrado?! —gritó Hellen aporreando mi puerta, mas, yo seguí concentrado en lo que tenía en manos—. ¡Harper!

—¿Es que no se cansa? —susurré para mí mismo.

Unos minutos después, Hellen finalmente se rindió, dejándome tranquilo en la habitación mientras ella se marchaba a trabajar; di un corto suspiro, confirmando que, haberla ignorado, fue la decisión correcta. De haberle respondido, ella no habría parado hasta que abriese la puerta.

Era fin de semana. Ya habían pasado dos semanas, desde mi conversación con Melody en la azotea y, desde entonces, no había podido enfrentar a la mechada; no mientras no tuviera una solución para su problema.

Sus palabras seguían dando vueltas en mi cabeza, sin dejarme tranquilo. Me convencí de que, debía haber una forma en la que yo podía ayudarle. Intentar buscar la razón por la que yo apagaba hasta cierto punto su habilidad y como podía hacerlo más efectivo.

—¡Al fin! —suspiré cuando mi trabajo estuvo listo. Volteé la mirada para ver el reloj de mi alarma, notando que apenas eran las tres de la tarde, lo que significaba, que estaba a tiempo—. Debo apresurarme.

Tomé mi bolso y metí en ellos un par de cosas, luego, me aseguré de llevar las llaves de mi casa y salí a trote de mi casa; alcanzando el autobús justo a tiempo y soltando un suspiro de alivio al sentarme en el asiento. Observé el trayecto a través de la ventana durante la media hora que duraba el viaje, repasando en mi cabeza todo el plan que había maquinado en aquellos días.

Me bajé en la parada adecuada, iniciando el camino que había memorizado luego de viajar por allí una semana entera, hasta que llegué a mi destino. Topando con la suerte de que, justamente, venía saliendo la persona que estaba buscando.

—¿Sabes que es realmente difícil conseguir una manera de verte a solas? —le pregunté haciéndola sobresaltar, gesto tan suyo que me hizo sonreír—. Parece que por fin te atrapé, Melody Shimizu.

—¿Qué haces aquí Harper? —preguntó sorprendida.

Es divertido

—Viene a hablar contigo, ¿no es obvio? —señalé terminando de acercarme—. Prometí que seguiríamos la conversación, ¿no?, lamento haberme tardado, pero tenía que preparar algunas cosas.

—¿De qué estás...?

—Creo que es más fácil mostrártelo que decírtelo—contesté sacando un cordón trenzado de color rojo de mi bolso—. Primero quitemos esto.

Llevé mis manos a su cabeza, quitándole los audífonos—. ¡Harper, no! —exclamó asustada.

—Tranquila—le pedí tomando su mano, luego de dejar los audífonos sobre sus hombros, me ayudé con la otra mano para atar la pulsera improvisada en su muñeca y luego alejarme de ella un paso, cortando el contacto entre nosotros—. ¿Funciona?

Melody se me quedó viendo, luego observó la pulsera en su muñeca para después volver a verme y parpadear un par de veces—. ¿Qué hiciste? —cuestionó.

Si funciona.

Sonreí—. Estuve pensando en lo que me dijiste y pensé que, mientras sea el mismo objeto, no importa la forma que tenga; así que solo lo adaté a algo que puedas llevar todo el tiempo sin llamar la atención—le expliqué levantando mi brazo yo también, mostrándole el cordón atado a mi muñeca idéntico al suyo—. Es el pañuelo que usamos durante la visita, solo que le hice algunos...pequeños ajustes.

Your Voice [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora