C A T O R C E

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Capítulo 14: Insomnio.

18 diciembre, 2018.

Harper.

No podía dormir.

Me senté en la cama, encendiendo la lampara de la mesita de noche, cediendo finalmente al hecho de que, por mucho que lo intentara, no lograría conciliar el sueño; había sido una lucha de tres horas en las que terminé perdiendo, pues me era imposible dejar de pensar en cierta mechada a quien no había visto luego del incidente con el profesor.

Tomé mi celular, notando en primera que eran las dos de la mañana, ya habíamos pasado al día siguiente y, de hecho, tendría que volver a reunirme con el grupo en cinco horas; di un suspiro resignado y me metí a la aplicación de composición, intentando distraer mi mente en algo más. Cosa que conseguí de forma breve, hasta que me encontré repasando una vez más, la melodía que había logrado terminar, gracias a la persona en la que intentaba dejar de pensar.

Volví a suspirar —. No tiene caso, simplemente no puedo sacar a Melody de mi cabeza—terminé poniéndome en pie y yendo en busca de un abrigo—. Lo mejor será que salga a dar una vuelta, de todas formas, ya no conseguí dormir.

Melody Shimizu no hacía más que llamar un poco más mi atención día con día.

Salí de la habitación, dando un vistazo a la que se encontraba a la par antes de regresar mi camino hacia el ascensor para dar una caminata matutina, que pudiera ayudarme a poner en orden mis pensamientos; esos que en las últimas horas, solo giraban alrededor de Melody.

No logro comprenderla del todo y eso me está volviendo loco.

Melody era como una composición complicada que no podía dejar de intentar comprender. Sus gestos, su forma de ser, su personalidad, lo que hacía, lo que decía; sin darme cuenta, en algún momento, me encontraba analizando cada una de esas cosas, en busca de saber más de lo que ella me decía sobre sí misma. Pero ese era un reto que, más que complicado, parecía imposible de realizar.

No le gustaba el contacto con las personas, pero cuando se encontraba asustada o mal no dudaba en apoyarse en mí, parecía que nada le da miedo pero luego la descubrías huyendo de todo; en apariencia pareciera no importarle el resto, pero en realidad estaba al pendiente de todos. Era tímida pero no temía expresar lo que pensaba, daba una sensación de indiferencia pero era en realidad muy cálida y entretenida.

Es como si se protegiera detrás de una falsa fachada pero... ¿de qué?, ¿y porqué pareciera que se agrieta frente a mí?

No era tonto, menos despistado, por supuesto que había notado que, desde hace un tiempo, Melody se había vuelto algo más consciente de mí, al punto de que el día anterior, luego de lo sucedido con el profesor, ella se había reído frente a mí, sin ningún tipo de inhibición; era la primera vez que la escuchaba o que siquiera la veía, hacer aquel tipo de gesto y, debía admitir, que me había quedado embelesado por un segundo entero. Pues, sin duda alguna, sonriendo, Melody se veía mucho más linda de lo que ya era.

Sacudí mi cabeza. Mi problema, era justo que mis pensamientos se estuvieran desviando por ese camino. Sabía que Melody era linda, lo supe desde el primer momento en que la vi, pero había sido una mera apreciación, un simple "ah, esa chica es pequeña, tierna y linda" pasajero que me dio su primera impresión de estar medio dormida sobre su pupitre; pero ahora mis pensamientos iban más allá de eso. Sus ojos de café claro, su piel blanca y tersa, su cabello ni largo ni corto lleno de mechones dorados que rompían la armonía de su color castaño natural.

Cada gesto, palabra u aspecto suyo, llamaban mi atención. Y tras ver recientemente su rostro sonriente, se había vuelto mucho peor.

—¿Qué es lo que está sucediendo exactamente conmigo? —murmuré sacudiendo mi cabello—. Esto está yendo más allá de considerarla simplemente una musa.

Your Voice [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora