Valor de mujer

Capitulo 15

Valentina Cisneros

Escucho lo que Oliver me dice y en parte tiene razón, somos bailares y nuestros cuerpos delgados son la base de todo, pero tampoco quiero que el o yo estemos todo el tiempo internados en un hospital con problemas de salud.

—Lo sé amor y yo también pienso lo mismo, pero debemos ser cuidadosos si queremos tener un cuerpo perfecto, no quiero que tu salud vuelva a agravarse, suficiente con el susto que me has dado, así que cuando salgas de acá creo que deberías bajarle un poco a los ayunos y comenzar a comer un poco, aunque de manera saludable —le aconsejo y esta vez el cambia su expresión mirandome con el ceño fruncido y ahora está molesto.

—Largate de acá Valentina, no quiero escuchar escuchar tus sermones, si viniste para lavarme el cerebro mejor vete, ya no quiero seguir oyendo las idioteces que dices, quien sabe donde te han lavado el cerebro, tu no eras así, estabas dispuesta a hacer de todo conmigo para que ambos tuviéramos nuestros cuerpos soñados y ser felices juntos, pero ya veo que no será así y no quiero estar con alguien que quiere estar como una cerda, si quieres lucir perfecta comprende que la clave para alcanzar ese objetivo es no comer nada, absolutamente nada, toda la comida tiene calorías las cuales te engordan y si comes aunque sea un poco de cualquier cosa estas envenenando tu cuerpo, pero eso nunca lo entenderás así que vete, ya no te quiero ver acá, lo único que hiciste fue amargarme —escupe con ira y al escucharlo me siento muy culpable.

—Amor no es así, ya te he demostrado que realmente estoy todo para no estar gorda y que estés feliz de tenerme a tu lado, pero no te molestes conmigo, sabes que no me gusta, pero no me eches —le pido y el me fulmina con la mirada —Tu mismo dijiste que estaba delgada y que eso te gustaba —

—Si me molesto contigo es porque tu lo provocas, es todo tu culpa que lo todo lo arruinas y si, dije que me esta gustando como se ve tu cuerpo ahora pero para mi no es suficiente, quiero mas, aun te falta y no eres perfecta y supongo que si me estas diciendo que debo comer es porque de seguro tu lo estas haciendo, imagino que debes comer como una marrana, es que de solo pensarlo me das asco, por eso quiero que te largues de acá, no quiero tener cerca de mi a una gorda como tu —me reprocha y sus palabras se clavan en mi pecho como puñal.

—¿Cómo sabes que yo he comido? —le pregunto nerviosa ya que nadie más que yo lo sabía y no pensaba decirselo a él ¿o acaso Vanessa... No, no lo creo, ella no me vio, nadie lo hizo, pero ahora no me explico porque Oliver me esta diciendo todo esto.

—¿O sea que si es cierto? —me pregunta de vuelta y yo intento explicarme pero me he puesto tan nerviosa por sus acusaciones que solo balbuceo y el me frena —No digas nada Valentina, ya con eso que has hecho es suficiente prueba de que si lo hiciste y ahora con más razón quiero que te vayas, estas toda llena de grasa y siento repulsión al solo recordar que me he acostado contigo así con toda esa grasa, el profesor tenía razón al principio, no mereces estar en la competencia, las gordas como tu deben de estar tragando como puerca en un puesto de hot dogs, y aun así yo intente ayudarte pero ahora...ahora no estoy seguro si quiero seguir contigo, anda a tragar con tus amiguitos, tu no sirves para las dietas —sigue apuñalandome y cada vez sus palabras son peores.

El gira su mirada para no seguir haciendo contacto visual conmigo, a lo que con este gesto mis ojos se llenan de lágrimas y mi corazón termina por romperse en dos, lo miro una última vez con el gesto serio y su ceño fruncido y sin decir nada más salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mi, camino por el pasillo dispuesta a salir pero allí me encuentro con los chicos, quienes pensé aria ya se habían ido y también veo a Oriana, con todo esto por un momento olvide que ellos seguían acá.

Me miran los tres y al verme así a punto de llorar veo confusión en sus miradas, pero en la Oriana sigue la preocupación.

—Valentina ¿por qué vienes así? Estas a punto de llorar, dime que no ha pasado nada malo con Oliver, yo lo dejé ahí en la habitación y se veía bien, dime que no ha pasado nada por favor —me súplica con angustia para que le diga que su hermano esta bien, a lo que yo por un momento siento pena por ella, ya que esta sola sin el apoyo de sus padres, yo me volvería loca si no tengo el apoyo de los míos.

—No, no te preocupes, Oliver esta bien, el doctor ha dicho que como ya saben lo que le ocurrió pueden administrarle el tratamiento que necesita para recuperarse, pero dile a él que te explique con más detalles lo que ha dicho, yo ya tengo que irme, pero te estaré llamando para saber como ha seguido —le respondo y trato de tranquilizarme a lo que ella luce un poco aliviada, pero ahora su mirada es de confusión.

—Está bien, pero no entiendo, si Oliver esta bien entonces ¿por qué saliste así de la habitación? Tus ojos están cristalizados y ahora te vas, no lo entiendo —me dice, paso mi mirada de ella a mis amigos y estos me miran a la expectativa de mi respuesta al igual que Oriana, así que decido hablar.

—Solo tuvimos una discusión, ya sabes malos entendidos, pero prefiero irme para no causar más disgustos, es lo más apropiado en su estado, de igual manera gracias por haberme avisado y por favor, si necesitas ayuda con Oliver, aunque este molesto conmigo puedes llamarme, igual vendré a ayudarte en lo que pueda —me ofrezco a pesar de todo y ella me sonríe.

—Al contrario, gracias a ti, has sido de gran apoyo, te llamé y viniste enseguida, no se que hubiera hecho estando sola, creo que también estaría internada por un ataque de pánico y no se porque razón tu y mi hermano han discutido, no me meteré en eso porque comprendo que es normal entre novios, pero tu has sido de gran apoyo para el y se que te quiere, lo he notado en todo este tiempo que han estado juntos, gracias también por quererlo tanto a pesar de lo cabezota que es —se sincera y se que también lo hace porque esta muy sensible por lo que ha pasado con el, pero no la culpo, yo también estoy algo sensible y más por todo lo que he tenido que escuchar del chico que amo, vuelvo a recordarlo y me pongo triste de nuevo.

—Que lindas palabras y puedes estar tranquila y segura de que tu hermano está mucho mejor, esta con ánimos de pelear y eso ahora es una buena señal —le digo en broma y sonrio, pero el gesto no llega a mis ojos ya que estoy triste —Ahora si ya me voy —termino por decir y me encamino hacia la salida con Coraline y Lucca detrás de mi luego de que le doy un beso en la mejilla a Oriana como despedida.

Cuando estamos afuera, vamos al estacionamiento donde esta el auto de Lucca y nos subimos y dejamos atrás el hospital, vamos todos en silencio y me parece algo raro ya que pensé que una vez salieramos del lugar me acribillarian con un interrogatorio, en su lugar Coraline enciende la radio y coloca una emisora donde esta dando una canción de Maroon 5 la cual me guste, en otra ocasión la hubiera cantado a todo pulmón, pero ahora no tengo ánimos de nada más que de encerrarme en mi habitación a llorar.

Después de unos minutos Lucca baja un poco el volumen de la radio y me habla.

—¿A dónde quieres ir ahora Valen? Aun tenemos tiempo de ir a la universidad para asistir a las últimas clases, ¿vamos o... —me pregunta y le respondo sin dejarlo terminar.

—No, no tengo ánimos de ir hoy a la universidad, iré a casa, puedes dejarme en la parada de autobuses para que así ustedes sigan a la universidad, ya se han retrasado casi toda la mañana por mi culpa y no es justo que... —digo ahora yo y esta vez el me interrumpe a mi.

—No seas tonta, no es tu culpa, somos tus amigos y fue nuestra decisión acompañarte, tu no nos lo pediste pero no podíamos dejarte sola —comenta y Coraline asiento, en otro momento estaría dichosa con sus palabras, pero ahora no estoy para cursilerias —Te llevaré a tu casa —me dice y me limito a asentir perdiendome en mis pensamientos...

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¿Qué les parecen Coraline y Lucca?

Yo quisiera tener amigos así.

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Chanti 💕