Capitulo 10

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Valentina Cisneros

2 días después.

Llego de la universidad y saludo a mamá y a Vanessa, quienes están en la sala de estar sentadas en el sofá tomando café con galletas, ellas me invitan pero yo me niego diciéndoles que tengo que subir a hacer tareas, aunque es cierto pero si me quedo con ellas comenzaran a cuestionarme del porque no quiero tomar café y comer galletas con ellas como siempre lo hacía en los días libres de mamá y lo menos que quiero es contestar esas preguntas incómodas.

Entro a mi habitación, son las 3 de la tarde, así que aún tengo tiempo para ducharme, adelantar un poco de tarea que tengo pendiente y estar lista para irme a la academia, así que como tengo que darme prisa no pierdo tiempo. Cuando estoy sentada frente al pequeño escritorio que tengo en mi habitación y estoy concentrada en la tarea llaman a mi puerta y es Vanessa, quien me informa que abajo está un hombre que dice tener un paquete para mi, a lo que arrugo el entrecejo confundida pero después mi mente se aclara, miro la fecha en el computador y recuerdo que hoy llegaba la báscula que pedí por Internet.

¡Demonios!

Se suponía que hoy llegaba y que nadie más que yo estaría en casa, pero precisamente hoy mamá tomó su día libre, pero ni modo, no tengo de otra más que bajar y recibir el paquete frente a ellas.

Llego a la planta baja y efectivamente allí se encuentra un hombre de unos 30 años, alto, moreno y vestido con pantalón de chandal gris y una camisa y cachucha roja.

—Buenas tardes señorita ¿es usted Valentina Cisneros? —me pregunta y asiento —El día sábado usted hizo una compra de una báscula digital blanca con pantalla digital y vidrio templado ¿es así? —vuelve a preguntar y respondo con un simple "si señor" mientras siento las miradas curiosas de mamá y de Vanessa sobre mi —Bien, su transferencia de pago por nuestras página de Amazon ha sido procesada exitosamente y acá está su compra con una duración de tres días lo cual se le notificó que llegaría su pedido, ahora si es tan amable necesito su firma acá en el recibo de entrega —me informa entregandome dicho papel y después de leerlo firmo, se lo entrego nuevamente y el me hace entrega a mi de la caja a lo que le agradezco entre dientes —Gracias a ti por tu compra linda y por preferirnos, que pases buen día —se despide y lo veo irse.

Entro con la caja y cierro la puerta, camino con ella hacia las escaleras para volver a mi habitación pero la voz de mamá me detiene.

—¿No piensas darme alguna explicación sobre eso? ¿por qué has comprado una báscula? —me interroga y me giro a verla.

—¿No es obvio? ¿para qué sirve una báscula digital? —le respondo en pregunta y en tono relajado para no parecer grosera pero mamá no lo ve así y se levanta con el ceño fruncido evidentemente molesta y se acerca a mi.

—¿Cómo dices? Tu a mi no me hablas así muchachita insolente, que no se te olvide que soy tu madre y no una de tus amigas, a mi si me debes una explicación ¿por qué has gastado tu dinero en eso? ¿con qué fin? —vuelve a preguntar y estoy a punto de poner los ojos en blanco pero me abstengo de hacerlo.

—Para pesarme mamá, una báscula sirve para pesarnos y así saber nuestro peso —apenas termino de decir eso ya tengo la mano de mamá marcada en mi mejilla.

—Ya te dije que no me hables con socorroneria, no te lo voy a permitir y así como compraste eso sin autorización, así mismo la devuelves —me ordena y abro los ojos como platos mientras que Vanessa mira toda la escena pero se queda callada y sin hacer nada.

—¿Qué? No mamá, no puedo hacer eso, no me devolverán el dinero otra vez y además la necesito —rechisto y en su rostro es evidente lo molesta que está.

—No me interesa, eso te pasa por hacer las cosas si tu te mandaras sola, te recuerdo que aún dependes de tu padre y de mi, así que nos debes explicaciones, y si pierdes el dinero eso no es mi problema, eso debiste pensarlo antes de comprar algo tan insignificante, así que la devuelves si o si ¿qué pretendes Valentina? Primero te encuentro haciendo ejercicio sin parar, después le pediste a tu padre una caminadora y el accedió para cumplirte el capricho y ahora sales con que has comprado una báscula y a espaldas de nosotros ¿dime que es lo que pasa? —continúa con su interrogatorio y me mira a espera de una respuesta y acá vamos de nuevo, no quería quedarme con ellas para evitar un interrogatorio pero ya veo que no me iba a salvar.

—Mamá no está pasando nada, en serio, si compre la báscula es porque necesito saber mi peso, sabes muy bien que como soy bailarina debo mantener un peso y más ahora que voy a competir, y con la báscula en mi habitación me aseguraré de que así sea —le explico en un tono de voz moderado, que aunque estoy furiosa por la bofetada que acaba de darme debo controlarme para no hacer el problema más grande y parece funcionar ya que se ve más calmada.

—Esta bien, no voy a seguir cuestionando que hayas gastado tu dinero en una báscula, pero ya eso de la competencia no me está gustando, últimamente has estado muy rara, y todo después que te enteraste de esa competencia, no me voy a meter porque se cuanto te gusta y es lo que siempre has hecho, pero eso sí Valentina, no me quiero enterar que te están exigiendo de mas solo por esa academia, ya te lo había dicho y si me entero de que es así para allá tu no vuelves —sentencia y asiento disimulando mi hostinacion.

—Si mamá y yo ya te había dicho que todo está bien, no me estoy exigiendo mucho, solo lo normal como siempre, así que tu tranquila, pero bueno ya debo irme porque se me hace tarde —le digo y subo para evitar que diga algo mas.

Saco la báscula de su caja y sonrio al verla, es exactamente como en la foto, así que sin perder más tiempo la enciendo y me preparo para subirme a ella, alzo mi mirada parandome recta y bajo poco a poco la mirada ya que estoy nerviosa, pero al ver el número en la báscula todo nervio se va y da paso a una gran sonrisa.

¡¡¡47 kg!!!

Perdí 5 kg en casi 15 días, wow no puedo creerlo, funcionó la dieta, las pastillas y todo, estoy tan feliz que luego de que guardo la báscula doy saltos loca de la emoción y este gran avance me da mas ganas de continuar con la dieta, el ejercicio y los laxantes, porque aunque baje mucho de peso, aun me faltan dos kilos más y si bajo más seria fantástico.

Se que hice mal en hablarle de esa manera a mamá, ya que casi nunca lo hago, pero los nervios de recibir el paquete en frente de ella y de mi hermana y saber que me haría preguntas me puso muy nerviosa y eso me llevó a descontrolarme, pero afortunadamente no sospechó nada más.

Una vez lista salgo de la casa despidiendome de mamá y de Vanesa, quienes aún siguen en la sala, estaba molesta por lo que pasó pero después de ver el número en la báscula mi enojo se fue casi de inmediato dando solo espacio a la felicidad.

Llego a la academia y saludo a mis compañeras que ya se encuentran allí y me quedo al lado de Aline y Daniela, había pensado contarle la metida de pata que ha hecho en el baño del centro comercial, pero decido callarme, igual eso ya no importa.

Seguimos con la coreografía y terminamos mas rápido que los otros días ya que todas ya nos sabemos los pasos casi con los ojos de tanto que hemos ensayado, a lo que el profesor nos felicita y lo mejor es cuando me felicita en especifico a mi luego de que volviera a checar nuestros pesos y efectivamente estoy en 47 kg y me sugiere que siga bajando de peso al igual que cuando nos probamos el vestuario de cada una ya listo y la confeccionista le dice al profesor Dalton que en mi vestuario se deben hacer unos ajustes ya que me queda un poco ancho a lo que este me alza pulgares arriba y le pide que haga los ajustes necesarios..

—Wow de verdad me sorprendiste Valentina, pensé que no lo harías pero por lo visto vas muy bien, aunque claro no tan bien como yo ya que aun te faltan varios kilos para llegar a mi peso pero debo reconocer que has hecho un buen trabajo, y no olvides que a las verdaderas princesas se nos tienen que ver los huesos —comenta y lo hace con superioridad pero a mi si no me sorprende, su actitud siempre es así.

Solo asiento sin prestarle mucha atención, que se crea mejor que todas no es algo que me moleste ahora, en estos momentos no hay nada que pueda empañar esta felicidad, el día no ha podido ir mejor...

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Si les esta gustando esta historia los invito a que se pasen por mis otras historias, estaría encantada de que le dieran una oportunidad.

Besos 💋

Chanti 💕

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